Una chica de 13 años, que había sido víctima de una violación grupal y creía haber quedado embarazada a causa de ese episodio, se quitó la vida en Bangkok, capital de Tailandia.

La madre de la niña, que solo fue identificada con el apodo «Pinkie», ya había denunciado a la policía el incidente, que habría ocurrido el 11 de noviembre pasado e involucraría a seis hombres, según reportes reproducidos por The Independent.

La mujer habría expresado a las autoridades que su hija fue mantenida como rehén por sus captores la semana pasada en el distrito de Khlong Toei. Hasta ahora, dos sospechosos fueron identificados y uno de ellos fue arrestado luego de que la policía encontrara en su casa un arma de fuego sin registrar durante un allanamiento.

Un portavoz de la Policía Real de Tailandia señaló que «ambos sospechosos enfrentan cargos por colaborar para abusar sexualmente de la niña«. «Había dos chicas, dos chicos, la noche del incidente. Una de las chicas, Pinkie, está muerta. Se han emitido órdenes de arresto para ambos niños», añadió.

Previo al suicidio, la chica publicó una serie de mensajes alarmantes en su cuenta de Facebook. «Estoy a punto de irme», escribió en uno de ellos. En otro, dio a entender que había quedado embarazada a partir del ataque. «Si no estuviera embarazada, me habría ido hace mucho tiempo», remarcó.

 

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