La Argentina prorrogó otros 10 días el plazo de negociación con los acreedores y avanza hacia un default temporal que le permitirá seguir negociando de modo de llegar a un acuerdo en los próximos días que le permita al país salir de la situación de cesación de pagos y finalmente poder retomar, una vez resuelta la crisis dela deuda, la senda del crecimiento.

Este viernes vence el plazo que tiene el país para cerrar un acuerdo con los acreedores o bien pagar los bonos globales 21, 26 y 46 cuyos vencimientos ya habían sido prorrogados por lo que ya no queda margen para una nueva postergación.

A pesar del avance de las negociaciones la Argentina debió estirar una vez más el plazo, esta vez por 10 días, según consignó este viernes ámbito.com. Mañana no se pagará el vencimiento por lo que el país se encamina hacia un default de corto plazo para seguir negociando.

Con las negociaciones avanzadas la Argentina pedirá mañana alargar el plazo (por un periodo corto de tiempo) ante la Security and Exchange Comission (SEC) sin necesidad de negociar un standstill. Así la Argentina entraría finalmente en default pero se especula que sería por un plazo corto debido al avance de las negociaciones.

Los bonos que entrarían en default mañana serían los bonos globales 21, 26 y 46 por poco más de 500 millones de dólares.

Superado este vencimientos y con la continuidad de las negociaciones, en caso de no alcanzar un acuerdo el siguiente vencimiento que deberá enfrentar la Argentina será el 30 de julio, se trata de bonos discount que vence el 30 de junio pero cuentan con un periodo de gracia para el pago de un mes.

El propio Guzmán ya había adelantado días atrás que las negociaciones se extenderían y le quitó dramatismo al default en que entraría el país: «La fecha del 22 de mayo es anecdótica; estamos en un proceso de negociación para alcanzar un acuerdo. Y nuestro acceso al financiamiento se perdió. Las negociaciones continuarán, necesitamos una resolución ordenada, lo que necesitamos es un acuerdo sustentable».

¿A cuánto asciende la deuda que busca reestructurar la Argentina?

El gobierno de Alberto Fernández presentó una propuesta de canje a los tenedores de unos 21 bonos que representan un stock de deuda de 66.238 millones de dólares.

¿Cuándo fueron emitidos esos bonos?

Los más antiguos fueron emitidos en 2005 y corresponden al canje de deuda que se acordó ese año por el default de 2001. La gran mayoría del resto fueron emitidos durante la gestión de Mauricio Macri entre 2016 y 2019 (17 de los 21 títulos elegibles corresponden a ese período).

¿Qué les propuso la Argentina a sus acreedores?

La Argentina propuso a los bonistas acordar un período de gracia de tres años, es decir que no se pagaría nada en 2020, 2021 y 2022. Pagar un cupón promedio de 0,5% en 2023 y esas tasas irían creciendo hasta niveles que son sostenibles. Así el interés promedio que pagaría la Argentina es de 2,33%.

La propuesta conlleva además una mayor reducción de intereses que de capital. Se ofrece una reducción de capital de 3.600 millones de dólares, es decir, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda. Se propone una reducción del pago de intereses de 37.900 millones, que equivale a una quita del 62%.

¿Qué contraofertaron los acreedores de la Argentina?

El ministro Guzmán recibió contraofertas de los distintos grupos de bonistas con los que debe negociar. Por ejemplo, uno de los comités de acreedores que reúnen al 15% de los bonos emitidos en los canjes de 2005 y 2010 pidieron que se elimine el plazo de gracia y que la Argentina comience a pagar en noviembre próximo.

Si bien aceptaron el esquema de cupones crecientes en el tiempo exigen que ese rendimiento comience en 1,25% y no en 0,5% tal como propuso la Argentina.

De acuerdo a este esquema, los bonistas recibirían 57 dólares por cada 100 frente a los 39 que ofrece la Argentina.

Por otra parte Blackrock, la principal tenedora de los bonos que busca reestructurar la Argentina y que fueron emitidos en los últimos 4 años, presentó una propuesta para recibir 62 dólares por cada 100 comprometidos inicialmente por la Argentina. A última hora del miércoles se conoció que este grupo estaría dispuesto a aceptar 50 dólares por cada cien, por lo que se acercaban las posiciones. En este contexto, todo indica que el país presentará una extensión del plazo hasta el 30 de julio.

¿Por qué esa fecha?

El 30 de junio vencen los bonos Discount y, una vez más, se cuenta con un mes de gracia. Tras ello, los tenedores de esos títulos pueden iniciar automáticamente juicios en los tribunales de Nueva York contra la Argentina, una condición que no la disponen de forma tan accesible el resto de los bonistas, porque la deuda emitida desde 2016 llevó la cláusula antibuitre, es decir, pueden litigar, pero siempre de forma colectiva, entre otros requisitos.

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