Alejo Milanesi, de 20 años, y Juan Pedro Guarino, de 19, dos de los rugbiers que se encontraban detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en la puerta de un boliche de la localidad bonaerense de Villa Gesell, fueron liberados esta tarde tras la solicitud de la fiscal Verónica Zambroni, quien pidió la prisión preventiva para los otro ocho acusados.

El pedido fue realizado ante el juez de Dolores, David Mancinelli, que determinó la inmediata liberación de los jóvenes debido a que no fueron identificados en el lugar de la agresión tanto por los testigos en rondas de reconocimiento como en las cámaras de seguridad.

«No hay elementos, ni méritos suficientes para mantenerlos en prisión, aunque todavía siguen sometidos a proceso hasta que se completen elementos de prueba», explicó el fiscal general de Dolores, Diego Escoda.

Sobre Milanesi, la fiscal afirmó que ninguno de los testigos «lo han podido reconocer ni como agresor de la víctima, ni de ningún otro amigo de Fernando» y que «solo uno de ellos lo vio parado en las inmediaciones, pero sin participar en la gresca».

En relación a Guarino expresó que «si bien el mismo se halla filmado saliendo del bailable Le Brique (…), nada lo ubica en la agresión misma a Fernando».

En ese marco, indicó que «el resultado negativo de la totalidad de los reconocimientos en rueda de personas desarrollados» y que «un solo testigo lo ubicó en las inmediaciones del lugar».

«Ningún registro fílmico de los aportados, lo ha grabado agrediendo a alguna persona, sino solo caminando», dijo. Además detalló que «analizada la lesión que presentaba el día de su aprehensión no ha podido acreditarse hasta el momento que se vincule y/o guarde relación con el hecho».

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