En medio de la crisis en Bolivia, el ministro de Defensa del país vecino, Javier Eduardo Zavaleta López, anunció su renuncia en una carta a través de Twitter en la que aseguró que su voluntad «fue siempre preservar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas al servicio de la población» y no contra ella.

«Jamás dimos una orden para que nuestros soldados y marineros empuñen un arma contra su pueblo y jamás la daremos», indicó Zavaleta, el decimoterecer ministro en dimitir del antiguo gabinete de Evo Morales, que se encuentra rumbo a México tras renunciar y pedir asilo.

«El Estado que construimos es una Bolivia en la que un militar debería encarar la defensa de su patria al lado de su pueblo y no contra él, por lo tanto, la responsabilidad de volver a las armas contra el pueblo será de aquellos que tomaron esa decisión«, señaló Zavaleta.

«Señor Carlos Mesa (ex presidente y principal contrincante de Morales en las elecciones), señor Fernando Camacho (líder de un comité cívico, a los que Morales acusó de orquestar el golpe de estado para sacarlo del poder) un asunto político no se resuelve aumentado el calibre de la represión contra sus compatriotas, las balas no son la respuesta ni la solución», añadió.

«La política son las ideas contra las ideas y no el zumbar de las balas», concluyó.

Tras la denuncia de fraude se desencadenaron protestas violentas que yhan causado al menos tres muertos y mas de 400 heridos.

El resultado también fue cuestionado por la Organización de Estado Americanos (OEA) que recomendó la anulación de la primera ronda electoral, algo que asumió Morales.

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