En el día mundial de la Lucha contra el SIDA, aún hay miles de personas que desconocen su situación y se alejan de un tratamiento.

En la Argentina son casi 140 mil las personas con VIH, pero casi un quinto de ellos lo desconoce y esa situación no solo las aleja del diagnóstico sino también del tratamiento y amplía las posibilidades de transmisión de la enfermedad.

De acuerdo a las autoridades sanitarias de nuestro país, si bien el promedio de nuevos casos notificados por año por este virus se mantiene establece, existe en el país “un continuo crecimiento de las infecciones de transmisión sexual”.

Según el último Boletín sobre el VIH, sida e ITS difundido a nivel nacional, unas 139 mil personas viven en el país con VIH, de las cuales el 17% lo desconoce. El informe indicó que “la tasa general por 100 mil habitantes ha venido descendiendo levemente en los últimos años aunque, en términos absolutos, se mantiene en alrededor de 5.800 reportes de nuevos diagnóstico por año”.

El abordaje de esta enfermedad ha transitado distintos momentos a lo largo de las últimas tres décadas, pero aún quedan barreras por correr. Una de ellas tiene que ver con la estigmatización de la enfermedad y su vinculación a determinados grupos, en tanto que las otras se vinculan a aquellas pautas sociales que minimizan los riesgos.

La Dra. Teresa Strella, Directora Provincial de Patologías Prevalentes del Ministerio de Salud de Chubut, explicó a Jornada que “han pasado más de 30 años desde que se conoció el VIH y con el transcurrir de ese tiempo también hemos atravesado varios momentos de abordaje desde los equipos de salud”.

En ese sentido, explicó que durante los primeros años de la enfermedad la tarea muchas veces consistiía en acompañar a una muerte digna a los pacientes, pero en la actualidad “podemos acompañar proyectos de vida, de realización, en cada una de las personas que asistimos en contexto de su diagnóstico”.

Ese cambio en la modalidad de abordaje se ha dado pese a que durante tres décadas se han pasado distintos momentos complejos desde lo profesional y lo humano, pues no siempre el entorno del paciente, los propios actores del sistema sanitario o la misma sociedad han sabido respetar y resguardar la situación de la persona con VIH o sida.

En cuanto a la prevención, sigue señaló que siguen estando presentes posiciones prejuiciosas, estigmatizantes y al mismo tiempo soberbias que no ayudan en la comprensión del problema. El “a mí no me va a tocar” o “ese es un problema de algunos” son algunas de las frases que permiten comprender “lo mucho que nos falta aprender para crecer como sociedad inclusiva respecto de una problemática que hace mucho tiempo dejó de ser problema de unos pocos para ser un problema de todos” señaló la profesional.

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