Desde que inició el aislamiento obligatorio se ha reportado un aumento significativo de consultas medicas por dolores de espalda o específicamente por lumbalgias, un dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda espalda que parte de un diagnóstico muy amplio.

Estas pueden ser originadas por un problema renal, por un dolor muy fuerte conocido como la “ciática”, un riñón afectado o hasta por la próstata. Sin embargo, gran parte de los diagnósticos no necesariamente están relacionados con una historia orgánica o algo funcional.

Una lumbalgia puede ser causada por un mal movimiento, por levantar objetos pesados, por estar de pie muchas horas, o por la propia constitución de la columna. Su diagnostico varia de acuerdo a los síntomas y es necesario diferenciar su origen para ser tratado: una de las causas más comunes es el estrés.

“Hay distintos tipos de estrés. Hay estrés físico, estrés químico y estrés de tipo emocional”, según explica el quiropráctico Marcelo Barroso Griffiths, en dialogo con Rumbos digital.

Es por eso que la situación actual que se vive a raíz de la pandemia y de las múltiples problemáticas que se han derivado de esta, pueden ser el causante de un estrés emocional que terminé en un fuerte dolor de espalda. “Si la persona pasa por un momento de estrés emocional fuerte, se puede generar una estructura rígida, lo que puede derivar en un dolor lumbar”, aseguró Barroso.

Pero eso no es todo, el popular “home office” también es uno de los causantes más comunes de este tipo de dolores ya que según explica el quiropráctico “la columna lumbar es, a modo de ilustración, la ‘bisagra’ del cuerpo. Si uno no cuida las posturas para moverse, esa bisagra se puede ver sobreexigida”.

El ejercicio es sumamente indicado para liberar el estrés, pero la idea es realizar ejercicios o deportes de bajo impacto. “para ‘desestresarse’ no es muy útil un partido de fútbol a la semana, porque este deporte ejerce un impacto fuerte sobre las articulaciones y columna”, aseguró Barroso, quien recomendó “actividades más blandas”.

“La natación, el yoga, pilates contenido, e incluso meditación. Siempre hay que buscar la opción más natural. Por eso cuando se toma un relajante o antiinflamatorio, difícilmente cambia la situación, porque implicado todo el estilo de vida”, afirmó el especialista haciendo énfasis en que si no se realiza un cambio, la condición puede seguir igual.

“La clave está en el alinear el eje, como decimos nosotros. Luego, es importantísimo mantener la actividad física y procurar llevar un ritmo de vida más saludable”, concluyó Barroso.

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