El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, comenzó a elaborar un plan para recortar en un 40% el gasto de ese cuerpo legislativo luego del planteo que hizo el bloque de Juntos por el Cambio al Gobierno y del cacerolazo que se escuchó el lunes en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires.

La medida consistiría en un recorte del 40% en la dieta de los legisladores, viajes y pasajes, así como también un posible remate de vehículos pertenecientes a la Cámara baja y que actualmente no son utilizados, lo que permitiría un ahorro de 200 millones de pesos que se destinaría al sistema de salud, precisaron fuentes cercanas a Massa.

De esta manera, el recorte sería superior al del 30% que había propuesto el pasado lunes el interbloque de Juntos por el Cambio a través de una carta enviada al presidente Alberto Fernández, aunque la oposición no está conforme.

Fuentes de esa bancada señalaron que Massa no conversó con ellos antes de dejar trascender esta iniciativa y que, si bien están de acuerdo, «no sirve que lo haga solo Diputados», por lo que mantienen su posición de que el recorte sea para los tres poderes del Estado.

En este sentido, en el interbloque que encabeza el radical Mario Negri creen que Massa reaccionó para encapsular el tema en la Cámara baja y evitar que Fernández deba pronunciarse sobre el reclamo, algo que la oposición estima necesario para «dar el ejemplo».

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