Se cumplen ocho años de la Tragedia de Once, cuando en la mañana del 22 de febrero del 2012, el tren 3.772 (identificado con la chapa 16) llegaba a la plataforma número 2 de la estación terminal de Once, pero no detuvo su marcha y chocó con los paragolpes de contención. Murieron 52 personas y hubo 789 heridos.

A la hora exacta del hecho, familiares y amigos de las víctimas realizan un acto homenaje en el andén 1 de la cabecera del tren Sarmiento, el que será el único acto oficial para recordar a las víctimas.

El histórico juicio condenó a 22 personas, entre los que están los responsables de la Secretaría de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, y Julio de Vido, ministro de Planificación Federal y de cuya cartera dependió Transporte hasta el choque del tren. Otros detenidos son directivos de TBA (como Claudio Cirigliano) y el motorman Marcos Córdoba.

En 2018, Casación confirmó los fallos y condenas por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y estrago doloso seguido de muerte. Pero la defensa de los acusados interpusieron recursos extraordinarios para que la condena se cumpla bajo arresto domiciliario, fallo que la Corte Suprema -la última instancia- aún no expidió.

Este es un tema que preocupa a los familiares de la Tragedia de Once, que ya advirtieron: “Cada vez que un corrupto se va a su casa por motivos poco claros, la masacre vuelve a ocurrir. Es responsabilidad de la Justicia que esto se detenga. Que las condenas queden firmes y que lo causantes de tanto dolor sigan tras las rejas. Solo así sentiremos que vivimos en un país digno. Las únicas víctimas son los 52 inocentes muertos y sus familiares y amigos. No los condenados”.

La Tragedia de Once fue el tercer accidente ferroviario más grande de la Argentina, después del de Benavídez en 1970, donde murieron 236 personas, y el ocurrido en Sa Pereira (Santa Fe) en 1978, que causó 55 muertos.

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