Hoy se celebra el Día Universal del Niño,  día dedicado a todos los niños y niñas del mundo.

Cada 20 de noviembre, es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.

Si bien los síntomas entre los niños contagiados siguen siendo leves, el organismo pone el foco en las repercusiones a largo plazo sobre la educación, la nutrición y el bienestar de toda una generación de niños y jóvenes pueden cambiar sus vidas. 

El informe señala que, hasta el 3 de noviembre, los niños y adolescentes menores de 20 años representaban 1 de cada 9 infecciones por COVID-19 en 87 países -los que disponen de datos desglosados por edad-, lo que supone el 11 por ciento de los 25,7 millones de contagios notificadas por esos países.

Por ello,  considera que “las escuelas no son el principal factor de transmisión en la comunidad, y los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar”, por lo que “los beneficios netos de mantener las escuelas abiertas superan los costos de cerrarlas”. Hasta noviembre de 2020, 572 millones de estudiantes se vieron afectados por el cierre de escuelas a nivel nacional en 30 países, es decir, el 33 por ciento de los estudiantes matriculados en todo el mundo.

Cuando comenzaron los cierres de las escuelas, estos interrumpieron el final de un año escolar, retrasó el inicio de la escuela año, o coincidió con una pausa previamente programada. Según las encuestas de UNICEF realizadas de julio a octubre de 2020, en promedio, se perdieron 40 días de clases, si el año académico ya estaba terminado al momento de la encuesta; o en países con un año académico en curso, en el momento de la encuesta, se reportaron 54 días como perdidos, como por ejemplo, predominantemente en el hemisferio sur.

Ante ese escenario, más del 90% de los gobiernos adoptaron la forma de aprendizaje remoto -homeschooling- alcanzando casi el 70 por ciento de escolarizados, siendo estos, más de mil millones de niños en todo el mundo. Sin embargo, alrededor del 30% de todo el mundo tampoco tienen la tecnología necesaria para el aprendizaje disponible en casa o no fueron alcanzados por el políticas de aprendizaje a distancia. La tasa más alta de niños que no pueden ser alcanzados están en África.

El homeschooling fue una de las tareas que se implementó a nivel mundial al estar todas las escuelas cerradas, sin embargo muchos niños y adolescentes perdieron contacto al no tener acceso a la tecnología (Reuters)

Seis o siete millones de niños menores de 5 años sufrirán desnutrición aguda en 2020, lo que supone un aumento del 14 por ciento, mientras que se estima que, en un período de 12 meses, dos millones de niños podrían morir si se producen graves interrupciones en los servicios y, por tanto, una aumento en la malnutrición.

Las principales razones informadas de las interrupciones en la nutrición servicios fueron la reducción de la demanda por parte de los cuidadores y familias por temor a la infección; restricciones en los cuidadores movilidad debido a encierros; y en un grado menor, cierre de servicios, incluida la alimentación escolar.

Los países adoptaron medidas para asegurar la continuidad de servicios de nutrición centrados en: priorizar la lactancia materna y alimentación complementaria para niños menores de 2 años y sus madres; suplementación con micronutrientes y enriquecimiento de alimentos en el hogar para niños menores de 5 años; y el temprano detección y tratamiento de desnutrición severa.

 

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