Así, el libro Guinness de los Récords le confirió ese rango el 25 de abril de 2022, tras el fallecimiento, a los 119 años, de la japonesa Kane Tanaka.
Sor André, en el último tramo de su vida ciega y en silla de ruedas, no escondía desde hacía algunos años cierto cansancio y confesaba que su deseo era «morir pronto».
Pero «Dios no me escucha, debe estar sordo», declaró la mujer en una entrevista con AFP en febrero del año pasado.
Nacida en el seno de una familia protestante no practicante, la religiosa tomó los hábitos tardíamente, en la congregación de las Hijas de la Caridad, y trabajó hasta finales de los años 1970.
«Se dice que el trabajo mata, pero a mi es el trabajo el que me hace vivir, pues trabajé hasta los 108 años», había expresado en aquella ocasión la religiosa./MinutoUno