Tras casi 100 días libre de covid-19, la provincia argentina de Jujuy, limítrofe con Bolivia, sufre un aumento exponencial de casos, incluso entre sus máximas autoridades, que la ha llevado al borde del colapso sanitario y la coloca como uno de los focos más preocupantes del país.

«La situación es crítica. Tenemos 93% de las camas de terapia intensiva ocupadas con gente del interior de la provincia. En dos o tres semanas llegará el pico a San Salvador (capital provincial, 1.500 km al norte de Buenos Aires). Nos estamos preparando para el colapso», declaró a la AFP Sergio Barrera Ruiz, médico del hospital Wecensalao Gallardo de Palpalá y dirigente de la Asociación Médica de la República Argentina.

Jujuy reportó el viernes 250 nuevos contagios y diez muertes, con lo que suma un total de 5.874 casos y 165 fallecidos, según el ministerio de Salud.

La provincia, una de las más pobres, se había mantenido con seis casos hasta el 10 de junio. Pero el 1 de julio ya tenía 97 y el 1 de agosto alcanzó 2.347 contagios.

Este territorio norteño de 719.000 habitantes -menos del 2% de los 44 millones de argentinos- se ubica por cantidad de casos detrás del área metropolitana de Buenos Aires, de 15 millones de personas.

Argentina acumula hasta ahora 329.000 casos (85% en el área metropolitana de Buenos Aires) y 6.730 fallecidos por covid-19.

Con una tasa de incidencia de 450 casos cada 100.000 habitantes y 30% del personal de salud contagiado, además de camas de terapia intensiva, oxígeno y respiradores, en Jujuy faltan médicos intensivistas y material de protección, afirmó Barrera Ruiz.

La provincia ha recibido ya en dos ocasiones refuerzos de profesionales de la salud, y la gobernación ofrece ahora a los médicos contratos de 200.000 pesos (unos 2.000 dólares) por 15 días de trabajo, más del triple de un salario medio mensual para ese cargo.

«Los jujeños nos hemos relajado. Esperemos no tener en algún momento que elegir a quién ponerle oxígeno o respirador. Si seguimos con esta actitud, vamos a tener que empezar a decidir», advirtió a Radio 10 Marcelo Villa, el también contagiado director del hospital Paterson de la ciudad de San Pedro, la segunda de la provincia.

Con un contagio por cada 67 habitantes, Ledesma es el departamento más comprometido, seguido por Susques y Humahuaca, tres de las «zonas rojas» de la provincia.

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