El presidente Alberto Fernández defendió el permiso otorgado en esta nueva fase de cuarentena para que se realicen paseos cortos de una hora. Si bien fue diplomático y evitó polemizar con las provincias que decidieron no autorizar estas salidas transitorias, el jefe de Estado les envió un mensaje a los gobernadores y planteó que las restricciones “no pueden ser eternas”.

“En los gobernadores veo vocación de cuidar a su gente y por eso me tienen a su lado. Pero lo que digo también es que presten atención porque no podemos mantener a la gente en un encierro eterno porque no resisten», aseguró en diálogo con Radio Con Vos.

El sábado, el titular del Poder Ejecutivo anunció la tercera prórroga de la cuarentena obligatoria. Además, informó que habilitarían paseos recreativos de una hora como máximo en todo el país. En un principio, se especificó que la medida regiría en toda la Argentina e incluiría a los grupos de riesgo. Sin embargo, la oposición de los distritos más grandes, que en un hecho inédito se agruparon para plantear su rechazo, obligó al gobierno nacional a modificar el decreto y dejar las caminatas recreativas a discreción de cada jurisdicción.

La Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba decidieron conjuntamente no habilitar las salidas.

El mandatario repasó cómo fue el recorrido para llegar al anuncio del sábado. Según detalló, los especialistas le explicaron que había que avanzar hacia algún grado de apertura para que las personas pudieran salir a la calle. En función de eso y de otros pedidos realizados por los gobernadores, se decidió habilitar el paseo de una hora. A modo de ejemplo, recordó que la Ciudad de Buenos Aires pidió habilitar el take away en locales gastronómicos. “¿Y eso qué es?”, preguntó con ironía.

“Todos queremos preservar la salud de la gente, pero eso implica también preservar la salud psicológica. La línea 911 recibió muchos pedidos de atención psicológica y eso hay que tenerlo en cuenta. En los últimos días hubo cierto relajamiento social del que todos hablamos y eso no es ni más ni menos el reclamo de tener algún tipo de permiso para salir a la calle», puntualizó Fernández.

El Presidente dijo que esperaban que las provincias reglamentaran este ejercicio de una forma que luego pudieran controlarlo. A modo de ejemplo, aseguró que las distintas administraciones podrían haber elegido ciertos horarios para determinados números de documentos con el objetivo de evitar que toda la población salga al mismo tiempo o algún otro criterio para evitar aglomeraciones.

“Cuando uno veía los reclamos de los gobernadores, había pedidos mucho más riesgosos. Por ejemplo, pedían poner en marcha la actividad automotriz. Eso es mucho más complejo que que la gente salga una hora a la calle”, destacó.

Pese a estas diferencias, Fernández dijo que entiende la posición de los mandatarios que se opusieron al permiso y hasta hizo una autocrítica por no haber explicado el sábado, en el mensaje que oficializó la prórroga de la cuarentena, que las provincias tendrían la facultad de limitar el ejercicio de estos paseos.

No obstante, el espíritu de la idea presidencial es otro: si bien el Presidente no quiere confrontar con los gobernadores, está convencido de que las autoridades municipales deben buscar mecanismos para flexibilizar las restricciones de movimiento impuestas por el confinamiento. “Si los intendentes me dicen que no libere porque pueden controlar el aislamiento y no pueden controlar cómo circula la gente, yo lo entiendo. Lo que no sé es cuánto puede demorar esto. Hay datos que dicen que tenemos que encaminarnos hacia un proceso de liberación paulatina”, explicitó.

“No es que a la gente le estamos diciendo que salga como si nada pasara, le estamos diciendo que puede salir una hora al día a cinco cuadras de su casa. Y no pueden usar transporte público”, completó.

 

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