El presidente Alberto Fernández afirmó hoy en la ciudad bonaerense de Azul que el cierre de industrias fue una «política generalizada» del gobierno de Mauricio Macri pero aclaró que «muy distinto es el pensamiento» de la gestión del Frente de Todos, al hablar este mediodía en la reapertura de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (Fanazul).

«El gobierno que nos precedió entendió que sobraba este lugar. Era una política generalizada que cerró muchas industrias. Algo muy distinto es nuestro pensamiento», dijo el Presidente, acompañado por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el ministro de Defensa, Jorge Taiana, en el acto de reapertura de la fábrica que había sido cerrada en 2017, con más de 200 trabajadores despedidos. 

En la misma línea, se distanció de la gestión anterior y sostuvo que su gobierno quiere «un Estado promotor de la economía».

El Jefe de Estado indicó hoy que no lo «avergüenza decir que queremos un Estado fuerte y presente, que intervenga en los desequilibrios sociales» y afirmó que con la reapertura se está «haciendo un buen negocio como país y como sociedad».

«Fanazul está de pie como se está poniendo de pie la Argentina. Hay dos formas de ver el país y cómo queremos que crezca. El país no puede quedar sometido a las reglas del mercado y necesita de un Estado que impulse la economía y ponga equilibrio donde el mercado genera desequilibrios. Estamos en la senda correcta», dijo.

La reapertura oficial se dio este mediodía en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete Agustín Rossi; el ministro de Defensa Jorge Taiana y el titular de Fabricaciones Militares, Iván Durigón, en las inmediaciones de la unidad productiva.

Ubicada a unos 32 kilómetros del centro de Azul, Fanazul fue inaugurada en 1946 y, desde sus inicios, estuvo destinada a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades.

A lo largo de su historia, dedicó su producción a la elaboración de TNT, DNT y otros derivados de la nitración del Tolueno, explosivos gelatinosos, agentes de voladura, explosivos pulverulentos, emulsiones, boosters y carga de proyectiles para las Fuerzas Armadas.

La fábrica llegó a ser la única productora de trinitrotolueno (TNT) de Sudamérica.

Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, Fanazul se reactivó, luego de un fallido intento de privatización en la gestión de Carlos Menem.

Fue así que para 2015 había cinco plantas productivas dentro de la unidad: la de Nitroglicerina, Trinitrotolueno (TNT), Emulsiones explosivas, Planta de Proyectiles, y el servicio de Destrucción de Materiales Explosivos.

Pero el proceso se interrumpió cuando el gobierno de Cambiemos determinó, en ese fin de año de 2017, el cierre de la fábrica para «achicar gastos» del Estado.

El desmantelamiento se dio entre diciembre de 2017 y 2019 y, recién en 2020, con el cambio de gobierno, se decidió la reapertura y reconstrucción, demorada por la llegada de la pandemia por coronavirus.

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