El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, indicó que de llegar al Gobierno buscará encarar una «negociación seria y sensata» con los acreedores, estirando los plazos de pago pero sin aplicar quitas.

Si bien reconoció la gravedad de la deuda, afirmó que podrá llevar a cabo una renegociación con acreedores, en caso de ganar las elecciones generales de octubre.

Anteriormente, Fernández ya había pedido «no agitar fantasmas» respecto de que si llegaba a la Casa Rosada, no iba a hacer frente a la deuda que contrajo la administración de Cambiemos.

En ese escenario, este jueves confió: «Yo siento que esa deuda vamos a poder afrontarla en una negociación seria y sensata con los acreedores y vamos a ganar tiempo para crecer». Al participar de un almuerzo en la Fundación Mediterránea, en Córdoba, evaluó que «no va a ser tan difícil de hacer lo que hizo Uruguay».

Frente a empresarios intentó llevar tranquilidad y argumentó: «He hablado con varios fondos de inversión. Es ganar tiempo y no hacer quitas».

Sostuvo que los bonistas «aspiran a poder discutir en otro tiempo con quien gobierne la Argentina en el futuro» y subrayó: «Los acreedores sienten que se les mintió y también que el Gobierno perdió el poder político que tuvo otros años».

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