Las autoridades alemanas detuvieron este miércoles 7 de diciembre a 25 miembros y simpatizantes de un grupo de extrema derecha que, según los fiscales, estaba preparando un derrocamiento violento del Estado. De acuerdo con las pesquisas, los sospechosos planeaban un ataque armado contra el Bundestag, la cámara baja del Parlamento.

Una redada sin precedentes en Alemania. 3.000 oficiales desplegados en 11 de los 16 estados del país detuvieron a 25 personas sospechosas de pertenecer a una “organización terrorista cuyo objetivo era derrocar el orden estatal existente”, informaron las autoridades este 7 de diciembre.

22 de los detenidos pertenecen al movimiento de extrema derecha Reichsbürger o “Ciudadanos del Reich», los otros tres son simpatizantes.

Según las investigaciones, los arrestados pretendían una toma armada del poder y otras acciones, como provocar condiciones similares a las de una guerra civil atacando el suministro eléctrico y deponer al Gobierno federal.

Entre los arrestados y figuras de alivio del movimiento extremista se encuentran la jueza y exdiputada del partido Alternativa para Alemania (AfD), Birgit Malsack-Winkemann, un soldado en activo del Mando de Fuerzas Especiales de la Bundeswehr (KSK), un comandante militar retirado y un aristócrata alemán de 71 años.

Los arrestados se encuentran bajo disposición de las autoridades acusados de «pertenecer a una organización terrorista».

Aunque son 25 los detenidos, los oficiales señalan que en la lista de objetivos se encuentran 50 personas.

Un movimiento “especialmente peligroso”

La Policía precisó que la mayoría de los arrestados son alemanes, dos son ciudadanos rusos y una parte considerable del grupo cuenta con formación militar o son reservistas. La mayoría de sus integrantes está formada por antiguos soldados del Bundeswehr y del NVA (Ejército Nacional Popular de la RDA).

Por su formación e ideología de extrema, son considerados por las autoridades como un grupo peligroso.

El movimiento ultraderechista Reichsbürger al que pertenecen los capturados se adhiere a un «conglomerado de teorías de conspiración» del Reichsbürger y QAnon. Sus miembros no reconocen la legitimidad de la Alemania actual.

Sus teorías insisten en que el “Deutsche Reich», que fue el nombre oficial del Estado alemán entre los años 1871 y 1945, todavía existe a pesar de la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Dos policías alemanes durante redadas contra una red de extrema derecha, en Berlín, el 7 de diciembre de 2022. © ©Reuters

El aristócrata detenido este miércoles es exmiembro de una familia real alemana, identificado como Heinrich XIII P. R. bajo la ley de privacidad de Alemania, y supuesto líder en un estado futuro mientras que otro sospechoso, Ruediger v. P., era el jefe del brazo militar, según información de los fiscales a cargo del caso.

La monarquía de Alemania fue abolida hace un siglo. Cuando la Constitución de Weimar entró en vigor el 14 de agosto de 1919, se suprimieron los privilegios legales y los títulos de la nobleza alemana. Por lo tanto, oficialmente, no hay príncipes ni princesas en el país.

Las mismas fuentes indican que Heinrich, que usa el título de príncipe y proviene de la Casa Real de Reuss, que había gobernado partes del este de Alemania, se había acercado a representantes de Rusia, a quienes el grupo vio como su contacto central para establecer su nuevo orden.

«Desde el punto de vista de la asociación, el principal contacto para estas negociaciones es Rusia», resaltó la Fiscalía.

Sin embargo, las autoridades señalaron que no encontraron evidencia de que las personas contactadas hayan entregado una respuesta positiva a su solicitud.

Rusia: “Es un problema interno”

Luego de que se conociera sobre los supuestos contactos entre los integrantes de la organización ultraderechista y que dos de los detenidos son rusos, el Kremlin remarcó que Berlín descartó que pueda tratarse de “una intervención rusa”.

El portavoz del Gobierno de Vladimir Putin, Dmitry Peskov, enfatizó que su país no tiene relación con las redadas ocurridas en el territorio alemán.

“Es un problema interno de Alemania. Ellos mismos han dicho que no se puede hablar de intervención rusa. Nos hemos enterado por los medios y no tenemos nada que decir al respecto”, sostuvo Peskov.

El diario local ‘Die Zeit’ reportó que el grupo incluso había comenzado un nominar ministros para un eventual gobierno de transición posterior al golpe, en el que uno de los sospechosos, la exdiputada de AfD Birgit Malsack-Winkemann, de 58 años, sería ministra de justicia federal.

El movimiento Reichsbürger cree que la Alemania moderna se encuentra dirigida por una conspiración de «estado profundo» que estaba a punto de ser expuesto por una alianza de agencias de inteligencia alemanas y militares de estados extranjeros, incluidos Rusia y EE. UU.

 

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