La declaración de un testigo en la causa por la muerte de Diego Maradona puso en duda la actitud profesional del médico Leopoldo Luque, uno de los siete imputados que tiene el caso y quien lo asistió en la operación que al Diez se le hizo antes de morir, a raíz de un hematoma subdural.

“Cuando ingresamos nos llamó la atención que había una persona de cuclillas en el piso besándole la mano en una posición no muy profesional, preguntamos quién era y se presentó, era el Dr. Luque. Lo que presencié al ingresar no me pareció que era de un profesional porque ante una complicación tiene que operar potencialmente lo que pueda ocurrir. Tenía un actitud de un fan, de un familiar afectado emocionalmente, no mantenía la distancia para tener objetividad y claridad tanto pre, intra y post quirúrgica”, declaró Rodolfo Benvenutti.

Benvenutti es médico cirujano, jefe de quirófano del Hospital La merced, y fue consultado por el abogado Víctor Stinfale, amigo de Maradona, cuando al Diez lo iban a operar en la clínica de Olivos por un hematoma subdural.

El cirujano dijo que le consultó a Luque si le habían hecho una tomografía a Maradona y le contestó que no porque aquel no quería. El testigo recordó que habló con Maradona y finalmente se la hizo.

Condiciones anímicas

Luego recordó que le dijo a Luque que “se estaba equivocando porque no estaba en condiciones anímicas de operar”, y que incluso Stinfale le dijo a aquel que a Maradona “no lo iba a tocar bajo ningún concepto y que presente rápidamente un equipo de neurocirujanos que iba a ser supervisado y aceptado por nosotros y sino nosotros íbamos a traer un equipo de neurocirujanos propio”.

Luque –recordó el testigo– finalmente aceptó no ser él quien operara sino un equipo en el cual él participaría. “La cirugía transcurrió con total normalidad. El procedimiento fue rápido y efectivo. Una vez terminada la operación lo acompañamos a la habitación vino Luque conmigo, el anestesista y el camillero. Entramos a la habitación, lo trasladan a la cama a Maradona. Todo fue sin ningún tipo de complicación”.

Luego de la operación, Luque “entra en crisis de nervios o estrés, se pone en cuclillas, empieza a llorar” a raíz que tenía que dar el parte médico a la familia de Maradona.

“Luque quería mantener la idea de que el equipo quirúrgico era de él y Stinfale le explicó lo que si tenía que decir y que no podía obviar ninguna verdad porque le podía traer un problema”.

En ese sentido, también aclaró que Maradona se quería ir de la clínica a una internación domiciliaria y que también participó junto con Stinfale y la familia de Maradona de la famosa reunión en la que se acordó como iba a ser esa modalidad de internación domiciliaria.

El testigo dijo que la importancia que esté Luque era por su laso de amistad con Maradona y que él iba a tener participación cuando el Diez se negara a tomar medicación o seguir los consejos médicos.

“La verdad que me di cuenta que Maradona siempre quería dominar sobre las decisiones, no importa cuál, pero se hacía lo que él quería, básicamente esa fue mi impresión”, cerró el testigo en su declaración ante los fiscales de San Isidro.

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