La historia que sacó a la luz el concejal de San Lorenzo (Santa Fe), Marcelo Remondino, es estremecedora. Luego de 50 años, y a partir de la observación de una película sobre el tema, se animó a denunciar el abuso sexual infantil que sufrió cuando tenía apenas 5 años, por parte del fraile Herminio Gaitán. “Me saqué de encima una mochila que llevé durante 50 años”, confesó.

Remondino contó su conmovedora historia con lujo de detalles al Diario Síntesis de San Lorenzo. En esa entrevista reveló que el disparador para su denuncia fue la observación de la película Spotlight, ganadora del premio Óscar en 2015, que relata cómo la Iglesia Católica de Massachusetts ocultó abusos sexuales de sacerdotes de Boston.

Después de verla le dije a mi esposa que iba a denunciar lo que me había sucedido a los cinco años cuando fray Herminio Gaitán abusó de mí”, comentó Remondino,y publicó un diario local.

Puntualmente sobre el aberrante hecho ocurrido varias décadas atrás, el edil describió: “Los franciscanos tenían un campo en el que funcionaba un tambo en Villa La Ribera -en realidad estaba en Andino-, a donde siempre íbamos porque mi madre era cursillista y pertenecíamos a esa comunidad. Un verano, Gaitán nos llevó a un grupo de niños al río, ese día, mientras mis compañeros jugaban, él abusó de mí”, recordó.

Como sucedía a menudo en esos años -y sigue sucediendo-, su familia prefirió ocultar el episodio: “Cuando volví a casa de mis abuelos, en donde yo vivía, conté lo sucedido pero el tema quedó ahí nomás. Desde entonces, siempre lo tuve conmigo y con el tiempo lo fui contando a mis íntimos”, rememoró.

Además de la película que lo empujó a exponer su caso en la Justicia, en el Arzobispado de Rosario y la opinión pública, hubo otro hecho que revolvió las tripas del concejal: “El 3 de febrero de 2019 le dieron a Gaitán un reconocimiento por su condición de historiador sanmartiniano y me di cuenta de que, cuando mencionaban su extenso currículum, faltaba el título de pedófilo”, expresó.

Aquel sentimiento de impotencia lo movilizó. “Me puse en contacto con el actual obispo de Orán, Fray Luis Antonio Scozzina, de quien soy amigo desde mi adolescencia, y me instruyó en cómo realizar la denuncia. Además, me contactó con el Arzobispado de Rosario”, dijo.

Remondino comentó que también consultó con abogados, que le informaron que la acción penal ya prescribió. “Lamentablemente, mi tiempo no fue el que marca la Justicia, sino ahora, a esta edad”, declaró. “Pero en el Derecho Canónico la causa no prescribe e hice una denuncia formal, bajo juramento, ante el Arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín. Ese día entregué la mochila que llevaba cargando desde hacía más de 50 años”, confesó.

El edil sanlorencino lamentó la falta de respuestas por parte del Arzobispado: “El 3 de febrero de este año -en el clásico acto por la batalla de San Lorenzo- encontré al obispo Martín en la puerta del Convento y le pregunté por mi causa, no me dio ninguna respuesta a pesar de que habían pasado dos años en los que todos fueron pretextos. Me dio más tristeza la desidia y el ocultamiento que el propio hecho ocurrido en mi infancia”, expresó.

Así como una vez luché para que desde la causa del cementerio de San Lorenzo se declarara la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, ahora voy a hacer una causa para que se declare imprescriptibles a los delitos de abuso sexual infantil, porque cada víctima tiene un tiempo diferente, de hecho, a mí me llevó más de 50 años denunciarlo”, señaló Remondino.

También anticipó que pedirá “una sesión extraordinaria del Concejo Municipal de San Lorenzo para que quede sin efecto la distinción de ciudadano ilustre que le otorgaron a Herminio Gaitán en mayo de 1996, porque un pedófilo no puede ostentar esa condición”.

Por intermedio de su amigo personal y ex canciller argentino Rafael Bielsa, Remondino envió una carta al Papa Francisco contando su caso.

Revivir un hecho de tan profunda violencia para un niño, a mi edad aún genera una gran lucha interna con consecuencias anímicas, de salud, familiares y personales de todo tipo. Realizar esta denuncia permitió aliviar la carga que llevara durante cinco décadas, pero que había dejado allí, clavada como la cruz”, finalizó.

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