Los familiares de Candela Bonaldi Martínez y Eliana Benítez, que el viernes pasado murieron al volcar el auto en el que viajaban en las afueras de la capital cordobesa, vivieron un horroroso momento por un error de la empresa fúnebre a cargo del velatorio de ambas que confundió los féretros.
Las familias decidieron velarlas en la misma casa velatoria, aunque en horarios diferentes para luego trasladarlas a diferentes cementerios. El velatorio de Eliana era de 10 a 13 y el de Candela empezaba a las 13 y finalizaba a las 15 horas.
La hermana de Eliana, Nadia fue quien debió ir a la morgue y retirar sus pertenencias . “En la morgue me dijeron que el cuerpo de mi hermana estaba bien, que no hacía falta reconocerla porque íbamos a poder velarla a cajón abierto. En el lugar, me dieron su documento, sus pertenencias, y yo sabía que era mi hermana”, relató al sitio Vía Córdoba.
Sin embargo, horas después la llamaron de la empresa funeraria para avisarle que el cuerpo de su hermana «estaba muy golpeado y que sugerían que (el velatorio) fuera a cajón cerrado». Nadia contó que le pidieron verla. «Nos dijeron que podía entrar una sola persona a reconocerla, sólo 30 minutos”. El padre ingresó y confirmó que se trataba del cuerpo de Eliana.