Una empresa de call center de la provincia de Córdoba se convirtió en una de las noticias más insólitas de la jornada después de que más de 10 empleados del lugar se intoxicaran con unos “brownies raros” que un trabajador llevó para compartir a la oficina.

De acuerdo a la propia delegada gremial de la empresa, los análisis toxicológicos realizados sobre los trabajadores afectados por el consumo de dicho alimento reflejaron que todos ellos tenían cannabis en sangre. Por lo tanto, se estima que el alimento había sido preparado con marihuana, lo que en el imaginario popular se conoce como “brownies locos”.

El hecho ocurrió el lunes por la mañana en una de las sedes de la empresa Konecta Argentina, en Galería San Martín, en Córdoba Capital. Un empleado de más de diez años en la compañía decidió continuar con la costumbre de los trabajadores del lugar de llevar algo de comer para compartir.

“Normalmente, en todos los equipos se festejan cumpleaños o los lunes se trae un budín (…) En más de 15 años que estábamos juntos, este compañero nunca había traído comida”, explicó la delegada de la empresa, Patricia Barrera, al canal El Doce.

“El compañero trajo esa especie de budín a las 10 de la mañana y lo repartió entre el equipo, en el que somos unas 13, 14 personas. A los 20 minutos, al menos unos seis trabajadores empezaron a descomponerse, a asfixiarse, a sentirse muy mal”, completó.

De acuerdo a varios medios cordobeses, otro de los empleados calificó el escenario como: “Unos reían, otros lloraban y había dos que estaban ‘duros’”.

Lo cierto es que, al constatar la intoxicación de los trabajadores, desde la empresa se solicitó la asistencia médica en el lugar.

“Las ambulancias tardaron como dos horas en llegar. Los compañeros ya habían pasado todo el proceso de una sustancia que después, al hacerse el análisis toxicológico, da que tenía cannabis”, explicó la delegada Barrera.

Se estima que hubo un total de entre 12 y 15 damnificados por los efectos del dulce ingerido. El caso más complicado, aún sin ningún tipo de riesgo vital, fue el de una joven que debió permanecer internada en un sanatorio hasta las 11 de la noche del lunes.

“Mi compañero de trabajo dijo que fue a comprar la premezcla en un cotillón donde la venden y que él preparó el budín en su casa. Dijo que él fue y compró lo necesario para hacer brownies, nada más”, detalló Barrera.

Más de una decena de empleados tuvieron que ser atendidos por es

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