Los diez teléfonos que son analizados en la causa por el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell aportarán más de 4 terabytes de información. Esos datos deberán ser analizados por los investigadores para tratar de obtener datos sobre la participación y el rol de cada rugbier a la salida del boliche Le Brique el 18 de enero.
Mientras tanto, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, estimó este miércoles por la mañana a la prensa que el resultado preliminar del estudio podría llegar a la fiscalía el viernes para comenzar con la segunda etapa «que es de análisis».
La titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI 6) de Villa Gesell, Verónica Zamboni, y un equipo de analistas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) gesellina intentarán obtener imágenes, conversaciones o elementos que puedan precisar el grado de intervención o no de cada uno de los imputados.
“La extracción incluye información que haya sido eliminada», le dijo una fuente del caso a Télam y agregó que «el análisis no es un procedimiento rápido», porque «la información es extraída en un orden aleatorio, y el análisis de la mensajería de texto, WhatsApp, capturas de pantalla y todo lo que tenga adentro cada aparato implica ordenarlo y transcribir el material para aportarlo a la causa».
Los peritos recibieron seis teléfonos iPhone, dos Huawei y un Motorola, que son de los rugbiers, y fueron secuestrados durante el allanamiento en la casa que alquilaban en Villa Gesell a pocas horas del crimen. El restante es el de Pablo Ventura, quien fue excarcelado y presentó él mismo el dispositivo y la contraseña. No se encontró el móvil de Ayrton Viollaz, uno de los acusados de ser «partícipe necesario«.