El fiscal general de Madariaga, Walter Mercuri, a cargo de la causa del crimen del joven Fernando Báez Sosa en la puerta de un boliche de Villa Gesell, informó que el caso fue caratulado como “homicidio agravado por la participación premeditada de dos o más personas” que, de ser hallados culpables, los rubiers detenidos tendrían una condena de prisión perpetua.

“Dos de los 11 aprehendidos son coautores y el resto son partícipes necesarios”, expresó Mercuri en diálogo con Crónica“El resto lo que hacían era alejar a los amigos mediante golpes de puño y patadas para evitar que pararan la pelea”, añadió.

De ser encontrados culpables, todo el grupo recibiría la misma condena. Mercuri informó también que se ordenaron pericias toxicológicas a todos los detenidos”.

Con respecto al último detenido, Pablo Ventura, se presume que se fugó minutos después de la pelea, a pesar de que su padre aseguró que en el momento del crimen estaba con él cenando, y que de Zárate planeaba irse del país.

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