Sin ninguna coincidencia o momento de distensión, los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, el mandatario Donald Trump y el ex vicepresidente Joe Biden, se enfrentaron el martes a la noche con gritos, continuas interrupciones, ataques personales y hasta algunas agresiones en el primer debate a sólo 35 días de las elecciones.

«Payaso», «poco inteligente», «mentiroso» fueron algunas de las palabras que se cruzaron los dos candidatos en los momentos más álgidos de una noche marcada por los esfuerzos constantes de Trump de interrumpir a su rival y hasta el moderador, y la determinación de Biden de no mirar nunca a su contrincante, concentrarse en la cámara y evitar las discusiones a los gritos.

A lo largo de 90 minutos, el candidato opositor repitió dos ideas centrales: «Trump no tiene un plan» y «No soy Bernie Sanders», «No soy un izquierdista radical» y «Ahora el programa del Partido Demócrata es el mío».

Trump, por su parte, intentó asimilar a su rival con las iniciativas del sector más progresista de los demócratas y con los reclamos de las protestas antirracistas de este año. Además, acusó varias veces a su hijo, Hunter Biden, de negocios corruptos en Ucrania y Rusia.

Esto último tema fue lo único que sacó del registro moderado al ex vicepresidente.

El debate en la Universidad de Case Western Reserve en Cleveland, Ohio, fue moderado sin mucho éxito por el veterano periodista Chris Wallace del canal Fox y estuvo regido por un estricto protocolo por la pandemia.

La noche comenzó con uno de los temas más calientes del momento: la nominación de una candidata conservadora para la Corte Suprema a semanas de las elecciones.

«Tenemos el Senado, tenemos la Casa Blanca y tenemos una excelente candidata. tenemos suficiente tiempo, aún si lo hacemos después de las elecciones, lo podemos hacer después. Los demócratas no dudarían en hacerlo, pero no tienen el Senado», aseguró Trump para defender una decisión que terminaría de inclinar hacia la derecha el máximo tribunal del país.

Biden le contestó: «Ya estamos en medio de una elección, deberíamos esperar a ver qué dice el pueblo estadounidense, a quiénes elige».

El líder opositor también advirtió sobre dos temas que podrían cambiar con la nueva Corte Suprema: la reforma de salud del Gobierno de Barack Obama y el fallo que legalizó el aborto en los ’70.

El debate continuó sobre el tema salud, la pandemia y la reapertura de la economía y las escuelas en medio de una curva epidemiológica que no desciende y ya suma más de 7 millones de contagios y más de 200 mil muertos.

«Trump ha actuado irresponsablemente, con respecto al uso de tapabocas y la distancia social. No confío en él para nada, confío en los científicos. Este es el mismo hombre que dijo que para Pascuas la pandemia iba a desaparecer o que mejor tomemos lavandina. Él sabía lo peligroso que era y simplemente no se los dijo», sentenció Biden.

Trump rechazó la premisa del opositor de que Estados Unidos es el país del mundo con más muertos -«No sabes cuántos murieron en Rusia o en China. Ellos no dan los números»- y sostuvo que el sistema de salud creado por Obama «es un desastre, no importa cuán bien se lo trate de manejar».

Mientras Biden prometía expandir Obamacare -como se conoce al sistema de salud actual-, Trump lo acusaba de querer crear «un sistema socialista», un adjetivo que repitió una y otra vez a lo largo de toda la agenda de la noche.

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