Luego de su incursión por la Copa Libertadores y de la dolorosa espina que provocó la prematura e injusta eliminación frente al Santos, Defensa y Justicia viajó a Paraguay para tomarse revancha frente al Sportivo Luqueño en la segunda ronda de la Copa Sudamericana.

Sin embargo, el comienzo no fue como el esperado. Aldo Vera sorprendió a un Halcón dormido con un potente remate desde la mitad de la cancha para festejar el 1 a 0 ante el desesperado e inútil intento de desactivar la acción de Unsain. El golazo puso al dueño de casa en ventaja y el golpe le dejó la mandíbula floja al equipo de Florencio Varela.

De todos modos, con más actitud que buen juego y una muestra de carácter extraordinaria, el combinado liderado por Hernán Jorge Crespo llegó a la igualdad a través de una desgracia ajena. La torpeza de Oscar Noguera sirvió para que la visita concrete la igualdad y se vaya al descanso con la paridad. Además, la conquista del otro lado de las fronteras tenía un valor fundamental de cara a la revancha que se disputará en Buenos Aires.

En el complemento apareció Braian Romero para revertir la historia. En una mezcla de potencia y habilidad, el goleador se sacó de encima a sus marcas y tocó hacia el palo más lejano de Nicolás Campisi. En la tierra del tereré, el que dejaba a todos bien fríos era el atacante que paralizó a una defensa vulnerable y hundida.

La victoria posiciona a Defensa y Justicia como principal candidato a quedarse con el boleto a la siguiente instancia. Para ello deberá revalidar el triunfo en su propia casa para continuar su travesía internacional frente al Caracas de Venezuela o el Vasco da Gama de Brasil.

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