El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio anunció este jueves el despido del director de la ceremonia de apertura, Kentaro Kobayashi, por una serie de bromas sobre el Holocausto en los años noventa, una decisión que llegó en la víspera de los actos.

El propio Kobayashi se disculpó en un comunicado por sus comentarios, formulados durante un espectáculo de humor, y reconoció que fue “extremadamente imprudente”. “Entiendo que elegí mal las palabras en ese momento y es un error que lamento. Me disculpo ante todos los ofendidos”, ha sostenido.
Seiko Hashimoto, presidenta del comité, destacó en una rueda de prensa que es su “responsabilidad” que la organización no realizara las comprobaciones necesarias sobre el pasado de Kobayashi y se disculpó por el escándalo, según informó la agencia japonesa de noticias Kiodo.

“Estamos revisando todo y discutiendo rápidamente cómo celebrarlo”, sostuvo en referencia a la ceremonia. “Nos gustaría lograr una conclusión lo antes posible. La ceremonia de apertura es mañana, así que nos prepararemos para lograr saber cómo hacerlo”, aseveró.

La salida de Kobayashi llegó después de que salió a la luz un vídeo en el que aparece en un espectáculo de humor en el que bromea sobre el Holocausto, lo que fue criticado por distintos sectores de la comunidad judía, incluido el Centro Simon Wiesenthal, con sede en Los Ángeles.

El rabino Abraham Cooper, deán de este centro, resaltó que “ninguna persona, independientemente de lo creativa que sea, tiene derecho a burlarse de las víctimas del genocidio nazi”, al tiempo que agregó que el papel de Kobayashi con los Juegos Olímpicos serían un insulto a la memoria de las víctimas.

Kobayashi se convirtió así en el segundo responsable de la ceremonia de apertura que sale del equipo, después de que Keigo Oyamada, otro de los encargados del evento dimitió hace pocos días tras admitir que había participado en el pasado en actos de acoso y abuso contra niños con discapacidades.

AUMENTAN LAS BAJAS POR COVID-19

A tan solo horas de la apertura oficial de los Juegos Olímpicos, con el aumento de la llegada de las delegaciones a Tokio se ha incrementado también el número de detectados con Covid-19 y las reacciones no se han hecho esperar.
Este miércoles, Simone Biles, junto a otras cinco gimnastas estadounidenses, abandonaron la Villa Olímpica para alojarse en un hotel cercano. La decisión se tomó luego de que Kara Eaker, gimnasta suplente del equipo norteamericano, diera positivo a la prueba de coronavirus.

Tanto la Federación de Gimnasia como los entrenadores de las atletas tomaron la decisión de salir de la Villa Olímpica. Y no perdieron oportunidad para señalar que esa fue su intención desde el comienzo, justamente en previsión de una situación como la que finalmente se ha presentado. En un principio tanto la Federación como el Comité Olímpico de Estados Unidos decidieron reservar la identidad de la afectada. Horas más tarde se supo que la atleta contagiada era Eaker.

Las alarmas se encendieron luego de los tres casos positivos durante la semana pasada. Hasta entonces, se había reservado el nombre de los atletas. Pero en el caso de Eaker, fue su propio entrenador quien confirmó el positivo. De inmediato, la preocupación creció debido a que Kara mantuvo contacto con todo el equipo, sobre todo en los paseos por las inmediaciones de la Villa. El padre de la atleta contagiada mencionó que su hija es asintomática y que recibió una vacuna contra el virus hace dos meses.

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