Las conversaciones entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la renegociación de la deuda externa suman un nuevo capítulo, con la llegada esta misma semana de una misión de avanzada enviada por el organismo financiero.

Se trata de los primeros movimientos tendientes a acordar un nuevo desembolso para el pais, estimado en torno a los USD5.400 millones

La llegada de la nueva misión del FMI concreta de manera efectiva la cuarta revisión del programa de refinanciamiento de la deuda.

Los equipos técnicos ya revisan y analizan de manera remota los números de la economía en el último tramo de 2022 -el período que comprende la cuarta revisión- y, si bien se estima que las metas del programa habrían sido cumplidas a fin de año, se pondrá énfasis en el panorama que proyectan para este 2023, que asoma más dificultoso.

Un portavoz del Fondo dijo que «el trabajo y la comunicación entre el equipo técnico del FMI y las autoridades continúa con fluidez en todos los temas e iniciativas relevantes».

«En línea con revisiones anteriores, las discusiones técnicas sobre la cuarta revisión del programa han comenzado en un formato híbrido», añadió, es decir en forma virtual y presencial. Señaló que «se espera que un pequeño equipo técnico del FMI visite Buenos Aires esta semana para continuar con estas discusiones, y que esto sea seguido por una visita de las autoridades a Washington, D.C. hacia fines de mes para finalizar el trabajo técnico».

El portavoz no especificó si Luis Cubeddu, el jefe de la delegación para Argentina, viajaría a Buenos Aires, pero se estimaba que si la comitiva era pequeña no estaría entre los integrantes. De todas maneras, Cubeddu podría seguir todas las deliberaciones desde Washington.

Los funcionarios del Fondo se reunirán con el equipo económico del ministro Sergio Massa y avanzarán en la revisión de los números para ver si la Argentina alcanzó las metas a las que se ha comprometido en el programa. Poco antes de Navidad, el directorio ejecutivo del organismo había dado luz verde a la tercera revisión, que llegaba hasta septiembre.

Las metas fiscales y monetarias al 30 de septiembre se cumplieron, informó entonces el Fondo y dijo que los objetivos estaban «encaminados» hacia fin de año, el período que analiza la cuarta revisión. Si bien aplicaron un waiver o dispensa por la multiplicidad de tipos de dólares, estimaron que era una medida temporaria que se levantaría lo antes posible. En ese entonces señalaron que si bien había habido “avances”, la situación macroeconómica argentina “aún es frágil” y advirtieron que “una sólida implementación del programa es esencial a futuro”.

Señalaron en particular el ajuste fiscal, que prevé que cierre el 2022 con un déficit del 2,5% del PBI y que se reduzca a 1,9% en 2023. Dijeron que “la consolidación fiscal debe estar respaldada por esfuerzos para seguir movilizando ingresos, fortalecer controles de gastos, y mejorar de manera oportuna la focalización de los subsidios y la asistencia social”, señalaron.

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