Este sábado se cumplieron los cien días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, que empezó el 20 de marzo pasado, cuando el presidente Alberto Fernández lanzó un decreto mediante el cual se prohibía a toda la ciudadanía abandonar sus hogares con la excepción de aquellas actividades denominadas esenciales, con el fin de frenar la propagación del coronavirus en la Argentina. Desde ese entonces hasta ahora, la vida cambió radicalmente para toda la gente.

Desde aquel inicial anuncio, las clases escolares y universitarias presenciales quedaron suspendidas, medida que hasta el día de la fecha continúa vigente. Otro fue el caso de los bancos, que en el inicio de la cuarentena comenzaron cerrados, y hoy están funcionando con la modalidad de turnos y protocolos sanitarios correspondientes. Incluso en la nueva etapa de cuarentena más restrictiva que regirá desde el 1 al 17 de julio para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), permanecerán abiertos.

Algo igual sucede con los supermercados, farmacias, almacenes de cercanía, kioscos, y estaciones de servicio que en todo momento estuvieron habilitados a abrir , y así continuarán, con el fin de que la ciudadanía pueda abastecerse de alimentos. Otra realidad, es la que viven la mayoría de los comercios que no se dedican a esos rubros y se vieron forzados a cerrar sus puertas al comienzo del aislamiento obligatorio.

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