Aunque la evidencia científica demuestra los beneficios de la vacunación contra el Covid-19 en mujeres embarazadas y por extensión en los bebés en gestación y en los lactantes y que sobre estas investigaciones el gobierno nacional autorizó la inmunización de esta población, hasta la fecha esto no ha sido posible en el país.

De hecho, a través del decreto 630 del 9 de junio, se amplió el Plan Nacional de Vacunación, (PNV), con el que se permitió la inclusión de las mujeres embarazadas en este proceso, pues hasta esa fecha no existían soportes técnicos que garantizaran al tenor de la ciencia, la seguridad de la inmunización en estas etapas.

Pero el Comité Asesor de Vacunas, después de revisar la literatura científica, aprobó la vacunación para mujeres gestantes y hasta 2 meses después del parto, bajo la premisa de que los biológicos contra el covid-19 además de seguros son eficaces para contener la transmisión del virus y atenuar el riesgo de enfermedad grave y de muerte, al que también están expuestas en el marco de la pandemia.

La recomendaciones entonces no caían en falso, si se tiene en cuenta que algunas investigaciones como una de la Universidad de Oxford y publicada en el Journal American Medical Association (JAMA), demostró que las mujeres contagiadas en período de gestación o que adquieren el virus antes del parto, tienen 20 veces más posibilidades de morir, además de poner en riesgo también a los bebés recién nacidos.

A esto se suman las recomendaciones para vacunar prontamente a estas mujeres hechas por del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y de varias organizaciones científicas en el mundo entre ella la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, FECOLSOG, quienes a través de una carta enviada al Ministerio de Salud respaldaban esta solicitud, con argumentos y reseñas de las últimas investigaciones al respecto.

Y es así como a través del decreto expedido a principios de junio, se priorizó esta población en la etapa 3, para ser vacunadas a partir de la semana 12 de gestación y hasta los 2 meses de lactancia, frente a lo cual las EPS y los entes territoriales iniciaron el proceso para priorizarlas y vacunarlas en la medida en que el gobierno diera la orden definitiva.

Pero hasta el momento eso no ha sido posible, en razón a que de acuerdo con el Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), ninguna de las farmacéuticas dueñas de las vacunas contra el covid-19 que se aplican en Colombia, ha solicitado la ampliación de las Autorizaciones Sanitarias de Uso de Emergencia (ASUE), para que sus biológicos puedan ser aplicados en mujeres embarazadas y en período de lactancia, lo cual es un requisito indispensable para permitir este proceso.

A través de un comunicado, el Invima dejó claro que dada su naturaleza, el instituto no toma decisiones en relación con la ejecución del Plan Nacional de Vacunación y que tampoco determina las priorizaciones, pero debe vigilar siempre que los productos se apliquen de acuerdo a las normas y a los registros sanitarios definidos para cada fabricante y en este caso, ninguna de las vacunas tiene autorización para ser usada en esta población, simplemente porque los titulares de dichos registros, que son los que tienen que hacerlo, no los han solicitado.

Ante esta situación, Carlos Buitrago Duque, Presidente de FECOLSOG hizo un llamado al Invima, Ministerio de Salud y a las farmacéuticas, para que aceleren estos procesos para beneficio de las gestantes, sus hijos y sus familias. /ELTIEMPO

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