El Gobierno saldrá otra vez al mercado mañana con una licitación importante para cerrar el esquema de financiamiento mensual. Luego de las dos primeras colocaciones de deuda en pesos de mayo, el Ministerio de Economía consiguió el 94% de los recursos necesarios para cubrir los vencimientos del mes. Para refinanciar el total, precisa captar este miércoles poco más de $20.000 millones.

En principio, el equipo de Martín Guzmán anunció que buscará colocar $21.000 millones, aunque la cifra es ampliable. Según supo este diario, la intención oficial es superar ese monto para terminar el mes con fondeo neto positivo y, así, minimizar la necesidad de asistencia monetaria del Banco Central para cubrir el déficit fiscal del período. Según supo Ámbito de fuentes al tanto de los movimientos, como la semana pasada no alcanzó a cubrir la totalidad del megavencimiento del viernes, Hacienda tuvo que apelar a un giro del BCRA por unos $50.000 millones.

La Secretaría de Finanzas, con el secretario Mariano Sardi y el subsecretario Ramiro Tosi a la cabeza, tiene buenas expectativas para la próxima licitación. Espera captar en esta oportunidad el grueso de las ofertas que los inversores realizaron en la colocación de la semana pasada pero que los funcionarios decidieron no adjudicar para evitar convalidar las mayores tasas que pidió el mercado y elevar el costo de financiamiento. Se trata de unos $55.000 millones que, en su mayoría, estaban dirigidos a letras de corto plazo. Con ese objetivo, en esta licitación Finanzas pondrá sobre la mesa siete títulos sin precio mínimo, lo que implica que no habrá una tasa máxima a priori y que ésta se definirá en la propia subasta. Por eso y en pleno confinamiento, que sumó volatilidad al mercado, uno de los focos de atención será el tipo de interés que emerja de la operación.

En concreto, Economía ofrecerá mañana una Letra a Descuento (Ledes) y una Letra a Tasa Variable (Lepase) con vencimiento el 31 de agosto, otras Ledes y Lepase al 29 de octubre, una Ledes al 30 de noviembre, una Letra atada a la inflación (Lecer) al 28 de febrero y otro bono indexado a marzo de 2023, el Boncer TX23. Si bien saldrán sin techo de tasa, los siete títulos fueron ofrecidos la licitación de la semana pasada, cuyo resultado da una pauta de lo que está dispuesto a aceptar el Ejecutivo. En esa oportunidad, la tasa de corte para las letras más cortas fue del 38,4% y 38,5% respectivamente; las de las letras a octubre, del 40,16% y 40,5%; la de la Ledes a noviembre, del 41%; la de la Lecer a febrero, del 1,57% real; y la del TX23, del 3,4% real.

Los rendimientos superiores a esos niveles fueron los que Finanzas no convalidó. Sobre todo en las letras a agosto y en la Lecer, que concentraron el grueso de las ofertas descartadas. Fuentes oficiales explicaron que decidieron sacrificar volumen porque algunos precios indicados por los inversores estaban “fuera del rango de las tasas del mercado secundario” y de lo que consideran “sostenible”. Pero apuntan a captar mañana esos pesos. “Esperamos que los inversores converjan a una tasa más apropiada. Hay espacio suficiente como para obtener un financiamiento más que importante”, le dijeron las fuentes a Ámbito.

Ocurre que, según datos de Finanzas y de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en la última semana del mes vencen alrededor de $9.000 millones, de los cuales solo $4.000 millones corresponden a instrumentos de mercado (intereses del Boncer TC22P y del dólar linked T2V1). El resto corresponde al bono del Plan Gas y a los bonos del Consenso Fiscal. Estos pagos se suman a los poco más de $10.000 millones que le quedaron por refinanciar a Economía tras la última colocación. En esa operación, no renovó la totalidad del megavencimiento por $306.500 millones del viernes pasado. Por eso, tuvo que apelar al fondeo neto que había captado en la primera subasta de mayo y a un giro del BCRA (que la entidad informará recién en los próximos días).

Con ese panorama, en el mercado predominó una evaluación similar a la de Economía sobre la última subasta: “Aceptable”. Así también la calificaron en Balanz ya que su resultado dejó más allanado el camino para cerrar esta semana el rollover del mes. “Con $20.000 millones el Tesoro cubriría el 100% de los vencimientos, todo lo que se consiga por encima de ese monto será financiamiento neto para las necesidades financieras en pesos”, resaltó PxQ, la consultora del exviceministro Emmanuel Álvarez Agis.

La intención del equipo económico es sostener de acá a fin de año un porcentaje de renovación de la deuda en pesos similar al del primer cuatrimestre (117%) e incluso incrementarlo. Con la idea de que una mayor inyección de pesos podría recalentar presiones sobre el dólar, el objetivo oficial es sostener un balance de financiamiento del déficit en línea con la meta presupuestaria: 60% emisión monetaria y 40% colocaciones de deuda neta. Entre enero y abril, el mix de fondeo del Tesoro rondó esos guarismos, con $190.000 millones enviados por el BCRA y $148.800 millones captados en el mercado. Esa política de “prudencia monetaria” (apoyada en la cautela fiscal) hizo que los giros del Central representaran hasta entonces un 0,5% del PBI, un nivel similar al de los dos primeros años de mandato de Mauricio Macri. Sin embargo, el aún incierto impacto de la segunda ola en la economía abrió nuevos interrogantes.

Por lo pronto, con el envío de la autoridad monetaria al Tesoro de la semana pasada, la asistencia monetaria ascendió a $240.000 millones. Resta ver si Economía logra cerrar mayo sin nuevos giros desde Reconquista 266. Una colocación cuantiosa podría viabilizarlo. Es que, si bien en mayo el Gobierno rompió el chanchito y amplió el gasto covid para paliar el impacto de las nuevas restricciones, este mes se reflejará en las cuentas públicas el ingreso de los primeros $103.788 millones del Aporte de las Grandes Fortunas que ayudarán a moderar el resultado fiscal.

Hacia delante, tras un junio menos exigente (vencen $243.925 millones), llegará el mayor desafío. En el tercer trimestre, los pagos programados rondan los $1,3 billones. De cara a ese momento, será importante que no se dispare el costo de financiamiento del Tesoro para sostener la estrategia oficial. La colocación de mañana será una prueba importante en ese sentido.

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