El líder opositor ruso Alexei Navalny fue detenido este domingo por la policía tras aterrizar en un aeropuerto de Moscú, cinco meses después de haber sido envenenado por un agente nervioso que casi le cuesta la vida.

El activista dice que las autoridades rusas estuvieron detrás del atentado contra su vida, al envenenarlo con Novichok, una acusación respaldada por periodistas de investigación pero negada por el Kremlin.

«Sé que tengo razón. No le temo a nada», dijo Navalny a sus partidarios y a los medios de comunicación en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú, minutos antes de su detención.

Su vuelo desde Berlín, la capital de Alemania, tenía previsto aterrizar en el aeropuerto de Vnukovo, pero fue desviado al de Sheremetyevo, después de que partidarios del líder se congregaran para darle la bienvenida.

Las autoridades locales erigieron barreras metálicas dentro del aeropuerto de Vnukovo, y los medios rusos informan que varios activistas, incluido Lyubov Sobol, un aliado clave de Navalny, también fueron detenidos.

Las autoridades rusas habían advertido que Navalny podría enfrentarse a prisión tras incumplir una fecha límite de diciembre que le dio el servicio penitenciario ruso para presentarse en una oficina en Moscú.

El sistema penitenciario lo acusa de violar las condiciones que se le impusieron tras una condena por malversación de fondos, por la que recibió una sentencia condicional.

Asimismo, el comité de investigación de Rusia inició una nueva causa penal en su contra por cargos de fraude relacionados con transferencias de dinero a varias ONG, incluida su propia organización: la Fundación Anticorrupción.

El 20 de agosto del año pasado, el líder comenzó a sentirse mal durante un vuelo que lo llevaría de Tomsk, en Siberia, a Moscú, pero sobrevivió porque el avión hizo un aterrizaje de emergencia en Omsk, donde fue trasladado de urgencia a una unidad de cuidados intensivos.

Posteriormente, tras una serie de negociaciones de alto nivel con las autoridades rusas, Navalny fue trasladado en avión a Berlín y sometido a tratamiento mientras permanecía en un coma médicamente inducido.

Alemania dice que laboratorios franceses y suecos estuvieron de acuerdo con los científicos de su país que aseguraron que Navalny fue «sin duda alguna» envenenado con un agente nervioso, el Novichok, informó la BBC.

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