Marcial Thomsen calificó como «una tragedia» el episodio del 18 de enero pasado en el que su hijo Máximo asesinó a golpes a Fernando Báez Sosa con la ayuda de nueve de sus amigos del equipo de rugby del Club Náutico Arsenal Zárate.

«Lo lamento tanto por la familia de la víctima«, expresó Thomsen antes de entrar a ver a su hijo en el penal de Dolores, informó el sitio Clarín.

El hombre aseguró que para Máximo «fue una pelea» lo que pasó aquella madrugada frente a la entrada del boliche Le Brique de Villa Gesell, pero que ahora el muchacho «no se acuerda de cosas».

«Lo lamenta muchísimo y se pone a llorar. Obvio que está arrepentido«, aseguró el padre de Máximo, para quien los rugbiers involucrados en el crimen de Fernando Báez Sosa «no son asesinos».

El padre de Máximo Thomsen también expresó «miedo de no verlo más en libertad» y aseguró que está «destrozado por la muerte de este chico», y por «lo que le hicieron o les salió» hacer a los rugbiers.

«Traté de llamar muchísimas veces (a la familia de Fernando). Dejé mensajes. No sé qué decirle», aseguró Marcial Thomsen. «Si yo tengo el dolor que tengo, no me imagino lo que tendrán ellos. No puedo más. Es una montaña rusa», sentenció.

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