El papa Francisco pidió que «las mujeres sean respetadas y defendidas» en Irak, al visitar una iglesia del Qaraqosh, en el Norte del país atacada por el Estado Islámico en 2014.

Al llegar en helicóptero a la ciudad desde Mosul, Francisco vio desde el aire la imagen de la Virgen ubicada sobre la Iglesia en la que habló este domingo, emplazada a mediados de enero por la comunidad católica local como «símbolo del renacimiento de Qaraqosh», explicó el sacerdote Georges Jahola en el lugar.

El campanario de la Iglesia, el más grande de la llanura del Nínive, fue derribado por los ataques extremistas, que usaron el patio interno como un polígono de práctica de tiro, recordó también el sacerdote católico-siríaco Roni Momeka. El campanario, ya reconstruido, hace visible a la Iglesia desde varios puntos de la ciudad y junto a la Virgen busca marcar el inicio de una nueva etapa para la comunidad cristiana que este domingo recibió a Francisco.

Al recordar la imagen de la Virgen durante su discurso, el Papa aprovechó para plantear su preocupación por la situación de las mujeres, muchas de ellas víctimas de la violencia de los grupos extremistas.

«Y quisiera agradecer de corazón a todas las madres y las mujeres de este país, mujeres valientes que siguen dando vida, a pesar de los abusos y las heridas. ¡Que las mujeres sean respetadas y defendidas! ¡Que se les brinden cuidados y oportunidades!», reclamó

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