Aparte de María y Ekaterina, las dos hijas nacidas de su matrimonio con su exesposa, Ludmila, al presidente Vladímir Putin se le atribuye un hijo con la gimnasta rusa, Alina Kabáyeva, algo que nadie ha podido demostrar y del que no se ha difundido ni una sola foto.

Ahora la publicación digital rusa Proyekt acaba de airear un nuevo desliz del zar ruso con una antigua empleada de la limpieza con la que también habría tenido una hija. La chica, según Proyekt y escribió el periodista Muñeco, tiene ya 17 años, se llama Elizaveta y su madre pasó en poco tiempo de ser una humilde mujer de la limpieza a poseer diversos negocios y nadar en la abundancia.

Se trata de Svetlana Krivonóguij, desconocida para la inmensa mayoría de los rusos, residente en San Petersburgo y cuyos activos están valorados en miles de millones de rublos. Posee una participación del 3% en el Bank Rossía. Esta institución financiera es uno de los veinte bancos más grandes del país. Su mayor accionista, Yuri Kovalchuk, es amigo íntimo de Putin. E

Comparte esta noticia