Con aumento de consultas, tanto por mujeres como hombres, uno de los mayores tabúes en el sexo, se va rompiendo. Especialistas sostienen que la prohibición del disfrute, ayuda a la insatisfacción. Practica antigua, que la cultura y sobre todo la religión, la castigan.

Es más bien cultural, una creencia instalada por la iglesia que es una práctica prohibida o anti natura, cuando no es así”, sostiene sobre el Sexo Anal, la Piscología y Sexóloga Roció Orieta (MP 711). Que en consultorio (de 25 de Mayo N°248), recibe más consultas por este tema.

Es el tercer orificio más usado en las relaciones sexuales con humanos; vagina y boca son los que encabezan la lista. Practicar la penetración trasera se asocia mayormente al sexo entre hombres homosexuales. Justamente, el placer que se siente al penetrar viene acompañado de una estimulación masculina del punto P (de próstata). Pero el sexo anal no es sólo masculino, ni sinónimo de homosexualidad.

Las terminaciones nerviosas del ano pueden interactuar tanto el punto P del hombre, como en el G, de la mujer, y aumentar significativamente el orgasmo clitorideo.

En charla con La Columna, la profesional santiagueña abordó los puntos centrales del tema, recordando principalmente, la sexualidad es amplia, dinámica, y que no hay porqué privarnos por las cuestiones culturales y sociales.

Comenzamos por la definición, ¿Qué es el sexo anal?

El sexo anal es tener relaciones sexuales a través del ano. Tanto aquellas personas con pene o con vulva. Puede darse introduciendo efectivamente el pene, o algún estimulador por la zona del ano y el recto. Depende la orientación sexual de la persona, es el tipo de relación anal que va a llevar a cabo punto. 

 

¿Hay muchos tipos?

Si. Hay muchos juguetes que son estimuladores anales. Y esto más allá que sean personas con vulva o pene. Es sentir placer estimulando la zona.

Por las terminaciones nerviosas que existen, las personas con pene tienen una estimulación aún mayor porque a 5 cm de la introducción de algún objeto, ya sea dedo, juguete o pene, estimulamos en la zona de la próstata donde se encuentra el famoso punto “P”.

No es fácil la estimulación anal. En el sentido que debe ser progresivo, no se puede ir de golpe. Por eso están los juguetes sexuales, los dilatadores que son escalonados, y que van de menor a mayor tamaño, para ir estimulando la zona.

 

¿Es una práctica natural?

Aquí no pasa por natural o antinatural, si no si es placentero.

El sexo o estimulación anal trasciende lo que es la orientación sexual de la persona, es una zona erógena del cuerpo y al estimularlo se siente placer.

Al estimularlo correcta y progresivamente, porque no es la idea sentir dolor sino ya no tendría sentido, las relaciones y estimulación sexual tiene el fin de dar placer no dolor.

 

¿Y qué sucede con aquellas personas que les gusta sentir un poco de dolor?

Hay personas que sienten placer con sentir dolor, como en el masoquismo. Son prácticas sexuales duras. En el común de las prácticas, en la gran mayoría de las personas, realizan la estimulación con lubricación y sin necesidad de romper el umbral de dolor. Sí sienten placer, todo es válido. Y sí ese dolor no les produce placer, hay que descartar.

 

¿Se llega efectivamente al orgasmo a través del sexo anal?

Si, por supuesto. Se llega al orgasmo. Tanto la penetración de personas con pene o con vulva.

 

¿Por qué se encuentra todavía dentro de las prácticas prohibidas?

Es una cuestión cultural. Creencias instaladas por la iglesia. Una práctica prohibida o antinatural. Cuándo no es así. Todo lo que sea placentero para nuestro cuerpo, es válido.

 

¿Se incluye el pensamiento de que solo lo deben practicar o lo hacen, las personas homosexuales?

El pensamiento común de la gente, justamente, es que solo es para homosexuales. Y a mis pacientes con pene les digo que se están privando de explorar sus zonas.

No necesariamente define su identidad y género tener sexo anal. Se trata del placer de explorar la sexualidad.  

También lo hacen personas con parejas con vulva. Se llama plinnig. Utilizan algunos elementos como los arneses para penetrar a su pareja.

 

¿Siempre existió?

Sí, claro. Existen datos de la Antigua Grecia y otras civilizaciones antiguas. Las culturas fueron cambiando.

Las prácticas sexuales están reguladas por lo cultural y varían mucho. Lamentablemente todavía en algunas más bien las orientales, como los musulmanes y ese tipo de religiones, la practican la tienden a censurar o condenar con castigos severos.

Por suerte, en Occidente, tenemos leyes que nos protegen y ampara. En Argentina hasta contamos con la ley de Matrimonio Igualitario y otras tantas, que nos dan libertades a la hora de ejercer nuestra sexualidad.

 

¿Cuáles son las recomendaciones para llevar adelante esta práctica?

Siempre que exista lubricación.

No se recomienda anestesia directa. Se pierde sensibilidad y no se sabe hasta donde se siente o no dolor. También, puede producir daño en la zona del recto. Lamentablemente se comercializa y vende una imagen errónea de lo que es la práctica sexual anal.

Siempre, además, aunque no haya riesgo de embarazo en las parejas heterosexuales, el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual por esta vía que tiene muchas terminaciones nerviosas, es clave.

Si no se utiliza esta barrera de protección que es el preservativo, corremos riesgo de infecciones, no solo de HIV.

Recordemos, por último, que es una zona delicada del cuerpo y la precisamos para necesidades básicas.  El hecho de tener esta parte dañada, no hace daño a nuestra salud.

 

CONSULTAS

¿Aumento en relación a años anteriores las consultas por este tema?

Si. En el consultorio tengo más consultas sobre esta práctica. Ahora la gente está más abierta a hablar al respecto.

Las personas con pene por tabú no se permiten o lo ven como algo inimaginable. Yo los llevó a que exploren su cuerpo más allá de su orientación sexual. Cuando descubre que estimulando la zona siente mucho placer, lo realizan de manera más frecuente.

Tengo pacientes que me decían que perdieron tanto tiempo por los tabúes de la sociedad.

 

¿Fueron más mujeres que hombres, o indistintos?

Cada vez se están animando más mujeres a consultar, saliendo de su zona de confort o también desde el desconocimiento que tenían. No dejarse llevar por el disfrute porque si su pareja con pene le pide sexo anal, temen sea homosexual. Y no es así

 

¿En cuanto a las edades?

Se observan muchos adolescentes, porqué se inician tempranamente. No podemos catalogar si está bien o está mal, si en qué contexto se da. No se sabe si ellos y ellas están preparados, dan su real consentimiento o son conscientes de la práctica. Hay una delgada línea entre el abuso sexual que se ve a temprana edad. Es una gran alerta.

También, tengo personas adultas mayores que disfrutan más de sus relaciones sexuales porque ya no hay riesgo de embarazo, están en otra etapa de su vida, y se anima al uso de juguetes.

Esto también ha crecido, en cualquier edad y género. Los vibradores son los que más se consumen. Tango personas en pareja como solteros.

 

Comparte esta noticia