El Tribunal del Vaticano abrió hoy por primera vez un juicio contra un cardenal, el italiano Angelo Becciu, hasta hace poco uno de los más poderosos de la Curia, por una serie de supuestas irregularidades financieras en la Secretaría de Estado de las que se declaró «inocente de toda acusación».

«Obediente al papa que me ha enviado a juicio, siempre he sido obediente al papa, que me ha encargado muchas misiones en la vida y que ha querido que fuera procesado. Estoy sereno, con la conciencia tranquila», refirió el purpurado tras la vista.

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