Durante su recorrida por la provincia, Manes, acompañado por Natalia Neme, principal referente del radicalismo en la provincia, mantuvo un encuentro con jóvenes empresarios de la UNAJE, Unión Nacional de Jóvenes Empresarios, y visitó Un Pelito de Esperanza, un banco solidario de pelucas que recolecta donaciones de cabello, confecciona pelucas y ayuda a mujeres y niñas en tratamientos oncológicos.

“Gracias santiagueños por recibirme con la calidez y el cariño de siempre. Estoy muy contento y emocionado de estar acá”, comenzó Manes. “Vengo a acompañarlos en la transformación del país, pero en especial de esta provincia porque la revolución es desde el interior hacia el centro, desde acá, desde Santiago, hacia la Capital. Y para que eso ocurra necesitamos que la dirigencia política deje de ver el partido en diferido. Basta de pensar en los próximos 5 minutos, empecemos a planificar los próximos 20 años”, apuntó.

“Me genera mucha alegría ver esta plaza repleta de jóvenes porque estoy convencido de que ellos serán los que reescriban la historia”, dijo emocionado. “Entiendo que estén angustiados y se quieran ir del país. Les toca ver una Argentina resignada y apática. Pero por favor, no aceptemos las cosas como están, intentemos cambiarlas”, pidió a los jóvenes presentes y les aseguró que “la educación es la mejor herramienta que les podemos brindar para su futuro”.

“Lo que pasó con la educación en la pandemia es una tragedia”, aseguró. “Tener tanto tiempo a los chicos sin clases presenciales va a tener un impacto en décadas. Porque la escuela no solamente es aprender, es socializar, mejorar el ánimo. Y lo más importante, es una brújula confiable en la vida en un mundo dinámico y cambiante. La economía del siglo XXI es el conocimiento, es la capacidad de los ciudadanos de generar valor”, sostuvo.

El neurocientífico invitó a los jóvenes presentes a “desafiar lo establecido porque las viejas formas de hacer las cosas no van más”. “Desafíen a las generaciones anteriores porque si los adultos realmente supiéramos tanto, el mundo sería un lugar mejor. En la historia del mundo los grandes avances siempre tuvieron detrás a gente con curiosidad, con ganas de crecer y crear, por eso estoy convencido de que los cambios se construyen, se trabajan, se piensan, pero primero se imaginan y se sueñan. No están solos, somos muchos los que nos animamos a poner el cuerpo, nuestro conocimiento, prestigio y todo lo que haga falta para dar estos pasos necesarios”, concluyó.

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