Hospitales británicos están cancelando cirugías programadas y haciendo esfuerzos por conseguir camas para pacientes con coronavirus, en medio de un aumento persistente de casos pese a crecientes restricciones adoptadas tras el descubrimiento de una nueva cepa del virus más contagiosa, advirtieron hoy médicos del Reino Unido.

El país ya acumula más de 70.000 muertos por coronavirus, una de las cifras más altas del mundo, pero ya comenzó a vacunar a su población y se espera que su ente regulador apruebe esta semana el uso de emergencia de una segunda vacuna, la que desarrollan la multinacional sueco-británica AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

Las vacunas

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos para la Salud ya autorizó el uso de emergencia de la vacuna estadounidense-alemán de Pfizer-BioNTech, y más de 60.000 habitantes del Reino Unido ya recibieron la primera de las dos dosis que requiere.

Si la de AstraZeneca-Oxford es aprobada esta semana, podría comenzar a aplicarse el 4 de enero, según informaron hoy varios medios locales.

El Reino Unido ya ordenó 100 millones de dosis, contra 40 millones de dosis de la de Pfizer-BioNTech.

La vacuna de AstraZeneca-Oxford es menos cara que la de Pfizer y no necesita almacenarse a temperaturas tan bajas como la estadounidense, que requiere ser guardada a -70° grados. Esto hace que su distribución sea más sencilla.

En resultados provisionales de ensayos clínicos a gran escala, la vacuna mostró una eficacia media de 70% frente a más de 90% de las de Pfizer/BioNTech y la compañía farmacéutica Moderna, de Estados Unidos.

La diversidad de los resultados refleja diferencias entre dos protocolos.

La eficacia de 90% corresponde a los voluntarios que recibieron primero la mitad de la dosis y una dosis completa un mes después, y la de 62%, para otro grupo vacunado con dos dosis completas, según AstraZeneca.

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