En el vasto reino animal, la reproducción sexual fue durante mucho tiempo la forma predominante para la perpetuación de las especies. Sin embargo, existe un fascinante fenómeno que desafía las convenciones reproductivas, y es la capacidad de algunos animales de reproducirse sin la ayuda de un compañero. Este proceso, conocido como partenogénesis, permite a ciertas hembras vírgenes dar vida a nuevas generaciones sin la intervención de un macho. Y aunque se encontró que abejas, lagartijas, codornices, serpientes y otros animales pueden dar lugar a nuevos individuos de esta forma, por primera vez sucedió un cocodrilo, específicamente en el conocido como cocodrilo americano.

Según registraron científicos del Instituto Politécnico de Virginia en un estudio publicado en la revista Biology Letters de la Royal Society, este caso de una hembra de 18 años de Costa Rica es particularmente raro dado que, a diferencia de todos los casos documentados previamente en vertebrados, los cocodrilos carecen de cromosomas sexuales y la determinación del sexo está controlada por la temperatura.

El espécimen en cuestión puso la nidada de huevos en 2018, siete de los cuales parecían ser viables y fueron incubados. Pero cuando ninguno eclosionó después de tres meses, los abrieron. Uno contenía un feto completamente formado pero muerto.

Los autores, especializados en partos vírgenes, lo analizaron y descubrieron que era más del 99,9 % genéticamente idéntico a su madre, lo que confirma que no tenía padre. Además, indicaron que esta característica podría haber sido heredada de un antepasado evolutivo, lo que sugiere que los dinosaurios también podrían haber tenido la capacidad de autorreproducirse./FiloNews

Comparte esta noticia