Tras el cierre del encuentro del G20 y cuando se dispone a participar del foro COP26 sobre medio ambiente, el presidente Alberto Fernández habló con los medios presentes que lo acompañan en su gira una vez arribado al hotel Double Tree Hilton, en Edimburgo, Escocia.

En ese contexto, y consultado sobre la evaluación que hacía de la decisión del G20 de incluir en su documento final una recomendación para que el FMI sume a su agenda de trabajo en el board la revisión de los sobrecargos a los países que tomaron un crédito, el mandatario dijo estar “satisfecho”.

Sin embargo, una de las afirmaciones que abre una perspectiva singular es que el mandatario confirmó que hoy, lunes, continuarán las negociaciones entre la Argentina y el FMI y sus equipos técnicos en la sede de la embajada argentina en Roma con la intención de destrabar el acuerdo.

La información que refuerza este movimiento es que de ese encuentro serán parte no sólo el ministro de Economía Martín Guzmán, sino también el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz y del lado del FMI está confirmada la participación de Geoffrey Okamoto, primer subdirector gerente del FMI y hombre fuerte de los Estados Unidos en el organismo.

«El proceso de negociación está”, dijo, “Martín y Beliz se quedaron en Roma con el equipo. Yo creo que lo que tuvo mucho sentido para Argentina es que vinimos aquí para plantear lo que está pasando en nuestra parte del mundo. El mundo de la post pandemia es un mundo sufrido. Donde hay muchos países endeudados. Donde hay muchos países en crisis».

Ámbito le preguntó al presidente Alberto Fernández por su último encuentro con Kristalina Georgieva, la titular del FMI, hace apenas algunas horas, el sábado, en la embajada argentina de Roma.

«La negociación va avanzando con las dificultades que la negociación supone. Hay muchos intereses en pugna. Hay un mundo financiero que ha demostrado un fracaso y que se resiste a cambiar y a aceptar la crisis que ha generado. La cena fue buena. Fue una buena reunión. Nos dijimos francamente las cosas, ratificamos nuestro deseo de cumplir los compromisos, pero no a costa de postergar a la gente».

Este periodista le repreguntó qué significaba una “buena” reunión. «Fue fructífera”, dijo el presidente, y continuó: “buscamos mecanismos para seguir avanzando y encontrar puntos de acuerdo. Hablamos de los sobrecargos, me dijo que estaba previsto que se analice en diciembre. Me voy satisfecho. Con la premura de buscar una solución, se quedaron los equipos del Fondo con Martín y Beliz a la cabeza».

Ante la consulta sobre la posibilidad de que el board del FMI avance en el tratamiento de los puntos recomendados por el G20, sostuvo: «en diciembre se reúne el directorio y entre otros temas van a tratar esta recomendación que se le ha dado. Yo entiendo que si habla conmigo (por Kristalina Georgieva, la titular del FMI) y tenemos un permanente contacto, la predisposición existe».

Ante la pregunta sobre si la Argentina recibiría apoyo de los países accionistas del organismo dijo: «Yo hago una tarea laboriosa con toda Europa que en esta oportunidad volvió a repetirse, con Merkel, Macron, Pedro Sánchez. Primero quiero agradecer el apoyo de ellos, lo que logramos ahora es que el G20 entienda el planteo de Argentina y que ponga resiliencia para los países de renta baja y media. También, que el G20 le planteó al Fondo discutir los sobrecargos. Estoy satisfecho, los objetivos que nos planteamos los logramos».

Por último, señaló: «Es evidente que Argentina no puede pagar 19 mil millones de dólares el año que viene, estamos trabajando para que podamos lograr un acuerdo que sea sostenible. Que no se postergue el desarrollo y no se nos imponga un plan que socialmente cueste y que se pueda cumplir en el tiempo. Está claro que lo que firmó Macri es imposible de cumplir y está claro que fue un acuerdo de un plan que propuso el Fondo y que en la primera revisión se demostró su fracaso».

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