El 8 de marzo no es un día para celebrar, el objetivo es rememorar y actualizar la lucha de las mujeres que pelearon por la igualdad de género, condenar el machismo y reivindicar que hombres y mujeres obtengan los mismos derechos, libertades y oportunidades.

Nos queda una tarea clara: Seguir trabajando los 364 días que restan para dar respuestas y ser generadores de políticas públicas para erradicar la violencia de género, las asimetrías salariales, garantizar el acceso a la salud y a la educación.

Es necesario seguir avanzando en la concientización social fomentando el rechazo unánime de las actitudes violentas, por el simple hecho de ser mujeres, que impida el libre ejercicio de sus derechos fundmentales.

Las cifras siguen mostrando la existencia de posiciones de desigualdad de las mujeres con respecto a los hombres en distintas dimensiones: La brecha salarial; las limitaciones en su carrera profesional, o los trabajos a tiempo parcial.

Para conseguir estos objetivos, es imprescindible contar con toda la ciudadanía. Este Gobierno reconoce el trabajo activo del movimiento feminista y de las asociaciones de mujeres, que ha sido y es esencial para avanzar en la igualidad de género.

Comparte esta noticia