El subsecretario del Interior de Chile, Rodrigo Ubilla, informó este martes de que la cifra de víctimas mortales desde el inicio del estallido social en el país asciende a quince, de las que once fueron en la Región Metropolitana, que comprende a la capital.

La autoridad detalló que todas las muertes se produjeron en un contexto de «quemas y saqueos, principalmente de centros comerciales».

El aumento del precio del Metro de Santiago desató una oleada de protestas que con el paso de los días despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por otros servicios, el nulo reparto del sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública, lo que ha generado un estallido social que no tiene precedentes en la historia reciente del país.
«Hasta el día de hoy, tenemos a nivel nacional, 15 fallecidos, once de ellos en la región Metropolitana (…) asociados a quemas y saqueos, principalmente de centros comerciales», indicó Ubilla.

Miles de manifestantes en Chile desafiaron el lunes en la noche un toque de queda y salieron a la calle exigiendo cambios al modelo económico, mientras el presidente Sebastián Piñera mostraba un tono más conciliador para intentar contener una crisis que ha provocado una ola de manifestaciones contra su gobierno.

Al caer la noche, manifestantes en Santiago y varias otras ciudades al norte y sur de Chile hacían sonar ollas y sartenes en masivos «cacerolazos» para criticar la presencia de militares en la calle, que asumieron el mando tras la escalada de violencia.

Protestas en Chile, incidentes y manifestaciones, REUTERSLa escalada de violencia no cede en el país trasandino, REUTERS

Muchos manifestantes también pedían la renuncia de Piñera, además de una mejor salud pública y un alza de pensiones.

El toque de queda entró en vigor en la capital a partir de las 20.00 horas locales (2300 GMT) y se extenderá hasta las 06.00 del martes, por tercer día consecutivo.

La medida se extendió a otras ciudades como el puerto de Valparaíso o La Serena, en el norte, donde también se han habido saqueos y ataques incendiarios.

Piñera, que el domingo dijo que Chile estaba «en guerra» contra un «enemigo poderoso», anunció el lunes que abría «de par en par los caminos del diálogo», en un notorio cambio de tono.

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