Luego de conocerse el dato de inflación de junio, de 3,2% según informó el INDEC, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que esperan que haya una baja sostenida en los próximos meses, y evaluó cuáles son los motivos por los cuales ya se acumuló un alza de 25% del IPC cuando el Presupuesto proyectaba 29% para todo el año. Asimismo, diferencia la política actual de la del gobierno de Mauricio Macri.

«Hay que diferenciar lo que se hizo entre 2015 y 2019 y lo de ahora. Cuando se dijo que la inflación se podía bajar a niveles de un dígito, no solamente eso no ocurrió sino que eso terminó yendo en la dirección contraria, creciendo a niveles muy dañinos para la capacidad de poder adquisitivo de las personas, la pobreza y la igualdad. Terminó en 53,8% en 2019», señaló el funcionario.

Y agregó: «Reducir la inflación es un proceso que requiere de abordar todos los problemas estructurales que se le han dejado a la Argentina. Y requiere de un rol del Estado fundamental en la coordinación incluyendo políticas de precios e ingresos. No es algo que se logre de un día para otro y además hay factores que escapan a la Argentina, que es lo que ha ocurrido en el mundo con la inflación de commodities y alimentos».

Para Guzmán, el contexto de pandemia «implicó en los primeros meses del año más inflación de aquella que se proyectaba en septiembre de 2020 cuando nadie podía anticipar la evolución del precio de los alimentos». «Pero lo que hoy vemos es que la inflación intermensual está bajando. Nosotros habíamos dicho que marzo iba a ser el mes de inflación mensual más alta, y lo fue. En abril fue más baja y en mayo más baja y ahora la de junio, más baja que la de mayo. Y eso es lo que esperamos que continúe en los meses próximos», concluyó.

Respecto a la dificultad de cumplir los objetivos, el titular de Hacienda sostuvo que «hay factores externos que no estaban presentes a la hora de realizar el presupuesto 2021». «El presupuesto 2021 establece una guía para la política económica, y eso ha actuado como una guía para la política económica. Tanto en el frente fiscal, como en el monetario, como en el cambiario, como en el frente de las políticas productivas. Redefiniendo el rol del Estado, con un estado adquiriendo una mayor participación en infraestructura, en obra pública, en educación, salud, ciencia y teniendo más espacio para la reestructuración de la deuda, que reduce sustancialmente los pagos de intereses», evaluó.

«Desde el punto de vista de la política monetaria, hoy tenemos una política que es parte de una política macroeconómica integral, no pensamos que la inflación sea un fenómeno netamente monetario, sí que tiene un componente monetario. Por lo tanto, nuestro Gobierno no tiene un programa de metas de inflación», agregó Guzmán en una entrevista que brindó a El Cronista.

Y concluyó: «Consideramos que la inflación es un fenómeno que requiere de un enfoque macroeconómico integral. En ese sentido el esquema para atacar la inflación sigue siendo el mismo, con diferencias en la primera parte del año en cuanto a los números proyectados, en gran medida por el escenario internacional que se presentó».

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