A los 48 años, el ex campeón mundial Sergio “Maravilla” Martínez tuvo un debut de altísimo impacto en el Luna Park: en una velada organizada por Marcos Maidana Promotions en el contexto de la presentación de la serie de Star+ de Ringo Bonavena, noqueó en el primer round al colombiano Jhon Teherán. Necesitó de apenas un minuto y 27 segundos para elevar sus brazos ante la multitud.

El boxeador bonaerense, ex campeón del Consejo Mundial (CMB) superwelter y ex titular CMB y Organización (OMB), venía de superar por nocaut técnico en el segundo round al peleador estadounidense Noah Kidd, en la ciudad de Orlando, en diciembre pasado. Martínez acumula un registro de 57 triunfos (32 por la vía rápida), 3 derrotas y 2 empates, al cabo de sus casi 26 años como profesional rentado en el pugilismo. La expectativa sigue siendo tener una chance mundialista. “Este año se tiene que dar”, dijo, tras su victoria.

Teherán, de 38 años, reunía una marca de 18 victorias (15 por KO) y 2 caídas. Sin embargo, ante Maravilla su registro poco importó. El argentino tomó la iniciativa desde el inicio, preparó su mano letal con un jab de derecha y remató la pelea con un directo de izquierda. Al ver a su adversario en la lona, resopló y le guiñó el ojo al público.

“Estoy muy potente, ¡la puta madre! No te pueden hacer creer que terminaste con 48 años así que de acá hasta el Mundial no paro, la puta madre. ¡Vamos nomás!”, gritó, ya con el micrófono en mano, para el delirio de los presentes, todos invitados para la gala, y ante también la incredulidad de los que querían verlo un poco más en el ring.

En la apertura de la velada, Sebastian Castillo cayó por puntos en fallo unánime ante el debutante cubano Damián Arce Duarte, en la categoría gallo.

Posteriormente, el campeón mundial juvenil WBO Brian Arregui (8-1, 5 KO) venció por nocaut técnico en el sexto round a Matías Galucci (8-3, 4 KO) en división superwelter. El ganador taladró con paciencia desde el inicio y ya había enviado a la lona en una ocasión a su rival. Hasta que en el sexto round, ante una andanada de golpes certeros que dejaron sentido a Galucci, el árbitro decidió detener el combate.

 

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