La calurosa jornada bonaerense entregó un entretenido duelo que animaron en La Fortaleza Independiente Lanús. El choque correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana entregó un duelo de posibles candidatos al título.

El Rojo, vestido de blanco para la ocasión, fue el que intentó tomar las iniciativas del pleito para llevar el partido a la zona de Lautaro Morales. Los de Lucas Pusineri mostraban mayor claridad en la gestación de juego, mientras que los conducidos por Luis Zubeldía apostaban más por la actitud, el roce y la pierna fuerte.

Sin embargo, antes de llegar a los 20 minutos el elenco de Avellaneda tuvo que reemplazar a Lucas Romero por Carlos Benavídez y el Diablo perdió velocidad e intensidad; un factor que aprovechó Pedro De La Vega. El ejemplo más claro ocurrió cuando Pepo desarticuló a la defensa visitante y habilitó a José Sand, quien no pudo con la solvencia de Sebastián Sosa.

En la réplica Federico Martínez exigió al joven arquero local con un remate cruzado que derivó en un rebote que no pudo capitalizar Nicolás Messiniti. Además, unos instantes después el uruguayo se asoció con Fabricio Bustos y volvió a lastimar al dueño de casa, pero su resolución derivó en un tiro de esquina. Independiente era más, pero no lo podía reflejar en el marcador.

Antes del descanso otra sociedad compuesta por Alan Velasco y Lucas Rodríguez por izquierda representó otro argumento que expuso la superioridad del Rojo, pero la reacción de Brian Aguirre evitó la conquista colorada. La serie aún estaba abierta.

En el complemento no se modificó la sintonía del cotejo. Incluso Independiente tuvo una clara oportunidad para quedarse con la victoria en la última jugada, cuando Alan Soñora se juntó con Marcos Landáburu y buscó el grito sagrado. Pero una mala decisión provocó el lamento colectivo y el empate selló el duelo. El próximo jueves, en el Libertadores de América, se conocerá al semifinalista de la competición internacional.

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