El herrero jubilado que mató a un ladrón en un intento de asalto volvió a su casa para cumplir una prisión domiciliaria, pero la tensión está lejos de ceder en Quilmes. En las últimas horas los familiares de Franco Moreyra, el joven muerto, fueron a buscarlo a su domicilio para pedirle que «dé la cara».

«Mi hijo se quedó sin papá gracias a este señor. Yo soy la mamá del hijo, ustedes hablan bolud…», dijo a los gritos la expareja del ladrón muerto delante de las cámaras de A24. «Que salgan y hablen ahora, en nuestra cara. ¿Por qué se refugian?», manifestó a su lado otro familiar, y una sobrina agregó: «Ese viejo de mi… no tenía por qué salir a matarlo a mi tío».

La casa de Jorge Ríos ahora está custodiada por un grupo de Infantería de la Policía Bonaerense, pero su familia ya anticipó que venderá la propiedad y se irá del barrio por miedo a sufrir represalias.

«Me parte el alma despedirme de la casa donde crecí y me crié. Mis papás levantaron esta casa, y yo me acuerdo estar picando piedra para poner una vereda», se lamentó una de las hijas de Ríos en diálogo con TN Central. «Tengo miedo por mi familia, por mi papá y por toda esta gente que queda a merced de los delincuentes, y no se sabe qué va a pasar».

En tanto, el propio Ríos se refirió ayer al dramático momento por el que cumple arresto domiciliario. «Me siento mal, yo no nací para matar a nadie», relató el jubilado a radio La Red, aunque aclaró: «Pero tampoco para que me entren tres veces en la noche (en la casa). ¿Con que intención quería venir esta gente, cinco personas?».

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