Afectada por las restricciones a la circulación y suba de casos de coronavirus, la actividad industrial mostró en mayo una caída del 1,5% mensual en la medición desestacionalizada, al tiempo que creció un 36% interanual, dada la reducida base de comparación en medio de la primera ola de la pandemia de Covid-19.

Con estos datos, durante los primeros cinco meses del año la actividad acumuló una suba interanual de +19,1% y de +2,1% en comparación al 2019.

En la medición mensual, se acumularon dos meses consecutivos de variaciones negativas en un contexto de segunda ola del Covid-19, donde coincidieron varios factores que afectaron la producción: las restricciones a la circulación para hacer frente a la pandemia a fines de mayo, los elevados datos de ausentismo por los contagios y contactos estrechos (10,2% en abril de acuerdo al relevamiento de la II Encuesta UIA) y cuestiones particulares en algunos sectores (falta de provisión de oxígeno a algunas plantas y las restricciones a las exportaciones de carne y cese de comercialización).

En este contexto, y a diferencia de lo observado meses anteriores, respecto de mayo de 2019 (aislando el efecto de la pandemia) la variación positiva fue muy moderada: +0,4%.

Al igual que en el mes anterior, las fuertes alzas del mes se debieron principalmente a la baja base de comparación por la paralización de la producción durante el inicio del ASPO.

Sin embargo, son varios los sectores que mostraron un buen desempeño comparando también con el mismo mes de 2019. Entre ellos se destacan el sector Automotriz, que tuvo la mayor alza (+627,9% con respecto a 2020 y +15,4% respecto a 2019) en un contexto de mayor participación de vehículos nacionales en los patentamientos y mayor dinamismo de las exportaciones.

Por su parte, el sector de Electrónicos mostró una importante suba tanto interanual (+334,4%) como respecto al mismo mes de 2019 (+10%). Ambos sectores se encuentran en una fase de recuperación luego de las fuertes caídas de los años previos.

Con cierta heterogeneidad, también hubo aumentos en el sector de Papel y cartón con un alza importante respecto al año anterior y también al compararlo con el mismo mes de 2019 (+13,9% respecto a 2020 y +2,9% respecto a 2019) a partir del impulso del segmento de packaging por los cambios de patrón de consumo que impuso la pandemia.

En el caso de Minerales no metálicos, sector que en la primera parte del año estuvo traccionando la recuperación, en mayo mostró una suba respecto del año anterior (+50,8%) aunque apenas logró alcanzar los niveles del 2019 (+0,2%), por el impacto de las restricciones a la circulación en los despachos de cemento, situación que en junio se regularizó.

Por otro lado, se observan subas más moderadas en sectores donde las restricciones dispuestas durante el inicio de la pandemia tuvieron un impacto menor impacto como Sustancias y productos químicos (+20,3% respecto a 2020 y +6,4% respecto a 2019) y Alimentos y bebidas (+4,3% respecto a 2020 y +1,1% respecto a 2019).

En el caso de Sustancias y Productos Químicos, la suba fue impulsada por materias primas plásticas y pinturas, que también subieron respecto de 2019. Hubo también un aumento de las ventas de productos farmacéuticos del +5,7% interanual (acumulado 12 meses de acuerdo a CILFA).

En el caso de Alimentos y Bebidas, si bien fue un sector exceptuado, tuvo rubros afectados en los meses del aislamiento de 2020 como bebidas espirituosas y chocolates que, junto con la mayor molienda de oleaginosas, impulsaron la suba. En cambio, hubo un peor desempeño en otros segmentos (y en particular en el de carne bovina dadas las restricciones del mes).

Otros sectores mostraron fuertes subas respecto del año anterior pero aún no logran alcanzar los niveles registrados en el 2019. Tal es el caso de Metales Básicos, que mostró un muy buen resultado respecto a mayo de 2020 (+83,5%), impulsado principalmente por la producción de acero, pero todavía se encuentra por debajo del nivel del año 2019 (-7,3%).

Algo similar ocurre con el sector de Metalmecánica, que se expandió fuertemente en 2020 (+44,8%) pero no alcanzó los niveles de 2019 (-3,5%), aunque hay ramas al interior del sector con muy buen desempeño (principalmente maquinaria agrícola y carrocerías, remolques y semirremolques). Finalmente, la Refinación de petróleo registró un aumento de +29,2% respecto a 2020 pero se ubicó un -6,4% debajo de 2019.

Qué se espera en junio
Los primeros datos de junio de 2021 anticipan un crecimiento de la producción con variaciones interanuales elevadas por la comparación con junio de 2020, cuando todavía algunas actividades estaban paralizadas.

Se destacan los datos anticipados del consumo de energía eléctrica de grandes usuarios industriales informado por CAMMESA, que registró respecto de 2019 un aumento del 10,8% (si bien esta comparación cuenta con el impulso del apagón generalizado que se dio en todo el país en junio de 2019, se trató de un buen nivel de demanda eléctrica incluso respecto de años anteriores).

En la misma línea se registró una fuerte expansión interanual en la producción automotriz (+67,4% respecto de 2019), reflejado también en los patentamientos de autos aunque en menor medida (+4%), como también de la construcción (Índice Construya +31,5% respecto de 2019 y Despachos de cemento +12,3%).

Finalmente, los indicadores adelantados de demanda, mostraron tendencias mixtas. En el frente externo, las exportaciones hacia Brasil tuvieron un nuevo incremento (+91,8% respectivamente), superando los niveles de junio de 2019 (+15,9%) en un contexto de revisión al alza del crecimiento en Brasil (se espera una suba del PIB superior al 5%). En cambio, la Recaudación IVA DGI real mostró un alza respecto del mismo mes de 2020 (+9,7%), pero continúa sin recuperar los niveles de junio de 2019 (-20,1%) dada la fragilidad que todavía presentan muchas actividades económicas en el marco de la segunda ola de Covid.

Finalizado el primer semestre del año con datos positivos en la producción, de cara al segundo semestre (y de no mediar imprevistos) se prevé que las tendencias se mantengan. Es esperable también un mejor desempeño en las exportaciones industriales por la mayor actividad económica en Brasil. Sin embargo, continúa la heterogeneidad en los distintos sectores y regiones de actividad, con muchas actividades aún por debajo de los niveles de 2019.

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