La Justicia de Brasil ratificó y amplió la condena a Lula da Silva por el caso Atibaia y quedó más cerca de volver a la cárcel.

La apelación del ex presidente fue rechazada por unanimidad y los magistrados elevaron la pena a 17 años de prisión por corrupción y lavado de dinero.

En una decisión unánime, los tres jueces del tribunal confirmaron la sentencia por haberse beneficiado de reformas en una finca en Atibaia, Sao Paulo, presuntamente pagadas por las empresas constructoras Odebrecht y OAS. Según la justicia, las empresas habrían mejorado el inmueble frecuentado por Lula con obras por cerca de 250 mil dólares a cambio de contratos con la petrolera Petrobras.

En febrero pasado, el ex presidente había sido condenado a 12 años y 11 meses de prisión. Pese a que la defensa de Lula había pedido la anulación de la condena, los magistrados confirmaron los delitos y además decidieron elevar la pena a 17 años y un mes de prisión.

No obstante, el fallo de este miércoles  no afectará la situación inmediata de Lula, quien recuperó la libertad el 8 de noviembre. Sin embargo, es un paso más hacia la eventual confirmación definitiva de la condena que lo podría conducir nuevamente a la cárcel.

Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2016, ha negado haber cometido algún tipo de delito, y dice ser víctima de persecución política: «Voy a vencer en cada proceso contra mí desenmascarando sus mentiras. Mi inocencia está probada. Ellos no tienen pruebas, tienen una tesis: Lula no puede permanecer libre”, tuiteó el ex presidente mientras el primero de los jueces emitía su voto.

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