Recientemente, la NASA hizo su primera reunión pública para hablar sobre un trabajo que hicieron, en el que se analizaron alrededor de 800 informes sobre objetos voladores no identificados (UAP, por sus siglas en inglés) recopilados durante décadas, y de los cuales algunos pocos (solo el 2-5%) se consideran verdaderamente inexplicables.

El objetivo de este panel de 16 miembros —científicos, funcionarios del gobierno e incluso un ex astronauta que pasó cerca de un año en el espacio—; fue aportar un enfoque científico riguroso al estudio de los UAP y abordar los numerosos informes de los avistamientos «que no pueden identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos».

Entre las claves de la reunión, se habló de datos relacionados con UAP que con frecuencia son difíciles de interpretar y pueden sesgarse fácilmente. Un ejemplo de ello fueron unas ondas de radio identificadas por investigadores australianos, que resultaron ser señales de microondas usados para calentar comida y que fueron detectados por instrumentos muy sensibles.

En la reunión se mencionó que muchos avistamientos pueden explicarse, y que otros siguen siendo un misterio. A la vez, se mostraron videos sobre el cielo nocturno donde se observaron eventos que no pudieron explicarse.

Por otro lado, dijeron que el estigma y el acoso obstaculizan la investigación. En este sentido, uno de los objetivos es eliminar el estigma y el acoso en línea que sufrieron algunos científicos, porque «hay una necesidad de datos de alta calidad para abordar preguntas importantes sobre los UAP».

«El acoso solo lleva a una mayor estigmatización del campo de los UAP, obstaculizando significativamente el proceso científico y desalentando a otros a estudiar este importante tema», dijo la jefa de ciencia de la NASA, Nicola Fox.

Finalmente, otra cuestión tiene que ver con la transparencia: el motivo por el que se eligió hacer la transmisión es vivo es por las acusaciones que recibe el gobierno de esconder información.

Los miembros del equipo enfatizaron que no tienen evidencia convincente de que cualquier cosa extraña reportada desde el cielo sea en realidad extraterrestre, pero se espera que este enfoque científico (que se publica a finales de julio) ayude a comprender mejor los fenómenos anómalos no identificados y determine si representan riesgos para la seguridad aérea./FiloNews

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