Barbosa explicó que la empresa estadounidense Moderna tiene pendiente la autorización del uso de la vacuna en menores de 12 a 15 años, aunque ya la puede usar a partir de los 16, y añadió que las compañías chinas Sinopharm y Sinovac, que ya tienen permiso para vacunar a partir de los 18 años, también lo solicitaron para vacunar a los niños de 3 a 17 años.

El motivo por el cual todavía no recibieron autorización se debe a que se debe “revisar de manera muy cuidadosa las informaciones que presentan los productores sobre los ensayos clínicos que hicieron con adolescentes y niños para garantizar que son vacunas que se puedan usar dentro de este grupo”.

Mientras tanto, la OPS constató que a medida que un mayor número de adultos recibe las vacunas contra el coronavirus, los niños representan un mayor porcentaje de hospitalizaciones e incluso de muertes por la enfermedad.

“Por lo tanto, debemos ser claros: los niños y los jóvenes también se enfrentan a un importante riesgo de enfermedad por COVID-19”, dijo la directora de la OPS, Carisse Etienne.

A pesar de estas precauciones, Barbosa indicó que cuenta con información de que Chile y Cuba están administrando vacunas a niños y que cada país es soberano de tomar esta decisión.

“Nosotros no podemos comentar sobre estas decisiones porque no conocemos los datos que se presentaron”, afirmó, y explicó que previamente a la aprobación de las vacunas las autoridades regulatorias sanitarias de esos países tuvieron que recibir información de los productores, revisarla y autorizarla.

Por otra parte, con más de 1,5 millones de casos de COVID-19 notificados el año pasado en América entre niños y adolescentes y con más de 1,9 millones en 2021, la Organización Panamericana de la Salud instó a actuar de manera inmediata para recuperar la salud, la educación y los servicios sociales de los menores con el objetivo minimizar el impacto de la pandemia y evitar que estos se queden atrás.

“Hoy en día, los niños, niñas y adolescentes de nuestra región corren el riesgo de convertirse en la generación que perdió las oportunidades de salud, educación y los servicios sociales que necesitaban para alcanzar su máximo potencial”, advirtió Etienne.

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