El ex Presidente del Banco Central, Martín Redrado, realizó un difícil diagnóstico sobre la economía argentina en lo que resta hasta marzo. Luego de la decisión del Banco Central (BCRA) de prohibir la venta de pasajes al exterior en cuotas para evitar el drenaje de reservas, la mayoría de los economistas se encolumnaron detrás de la idea que lo que se vienen, son meses de tensión. En este sentido, el economista afirmó que «se perdió tiempo» en la negociación con el FMI y que la Argentina terminará el año con u$s3500 millones de reservas.

«Así como vamos, vamos a más restricciones, a más cepo. El camino de las restricciones al dólar es un camino de ida y no de vuelta», alertó el economista en diálogo con Clarín. «Ahora la expectativa está puesta en el acuerdo con el FMI y de hecho las autoridades han dicho que todas estas medidas son un puente hasta entonces. Pero el Gobierno corre detrás de los acontecimientos y el camino se hace cada vez más estrecho en términos de reservas», agregó.

En cuanto a la cantidad de reservas con la que contará el organismo a fin de año, estimó que la cifra rondará en los u$s3500 millones. En el 2020, se cerró con u$s3300 millones, un valor bastante similar profundizado por el problema crónico de la Argentina, la falta de dólares y como consecuencia, una inestabilidad cambiaria que suele profundizarse a fin de año.

«En el mejor escenario hasta marzo. Un mes normal de importaciones son US$ 5.500 millones y los pagos al FMI son casi u$s4.000 millones hasta marzo. Vamos por un desfiladero estrecho. El Gobierno trata de manejar las cantidades del dólar y su precio. Para las cantidades restringe y para los precios administra el tipo de cambio. Pero como todo es inconsistente, la brecha cambiaria paga el precio. Ahí la política monetaria fracasa», agregó.

Por otra parte, el economista brindó los distintos escenarios que puede llegar a tomar el gobierno para cuidar los dólares que le quedan. En un primer momento, aseguró que la posibilidad de profundizar las restricciones no está descartado. Una segunda opción, está relacionado con la posibilidad de utilizar encajes (algo que de lleno descartó) y, en tercer lugar, la priorización de ciertas operaciones – favoreciendo la importación- para no frenar la economía.

Al mismo tiempo, Redrado aseguró que el gobierno fue «corriendo detrás de los acontecimientos» en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI): «Se privilegió la periferia de la negociación. Se discutieron nivel de tasas, plazos y hasta la arquitectura financiera global»

«Se perdió el tiempo. No se discutió el centro del tema, un programa fiscal, monetario y cambiario, qué transformaciones necesita el país para crecer. Además, porque hoy no se habla de reformas previsionales o laborales para crecer. Se puede dejar a la Argentina hacer su propio programa», afirmó.

Por último, el economista alertó: «Hoy con un plan de estabilización ya no alcanza. Se necesita presentar a toda la clase política un programa de estabilización y crecimiento».

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