Londres y el sureste de Inglaterra podrían permanecer bajo medias más estrictas por el coronavirus durante algún tiempo, sugirió el domingo el ministro de Salud británico, añadiendo que una nueva cepa que se estaba propagando rápidamente obligó al gobierno a abandonar sus planes de alivio de las restricciones de cara la Navidad.

El primer ministro Boris Johnson canceló el sábado los planes para permitir que tres familias estuvieran bajo un mismo techo durante los cinco días del período de fiestas, e impuso nuevas restricciones de nivel 4, similares a un confinamiento, en Londres y el sureste de Inglaterra.

En respuesta a la críticas por imponer un cierre a más de 16 millones de personas sólo días antes de la Navidad, Matt Hancock dijo que la decisión del sábado se tomó rápidamente después de que nuevas pruebas mostraron que la nueva cepa era responsable de la espiral de casos de Covid-19.

Hancock sugirió que las medidas más duras -que requieren que alrededor de un tercio de la población de Inglaterra permanezca en casa excepto por razones esenciales como el trabajo- podrían mantenerse hasta que haya más disponibilidad de vacunas.

La variante, que según los expertos es hasta un 70% más transmisible que la original, también suscitó preocupaciones sobre una mayor propagación. Varios países europeos, entre ellos Bélgica, Italia y los Países Bajos, dijeron que estaban tomando medidas para evitar que la gente llegara a sus territorios desde Reino Unido, incluyendo prohibiciones de vuelos y trenes.

 

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